Porsche Cayenne 2018: el auténtico SUV deportivo

La tercera generación del todocamino premium alemán ofrece un mejor comportamiento dinámico gracias a un nuevo chasis

Unai Mezcua

La definición de SUV, o Sport Utility Vehicle, pasa por conjugar en un mismo vehículo capacidades para aventurarse fuera de la carretera y más espacio interior que un turismo, con deportividad y buenas sensaciones al volante. Se trata de un círculo difícil de cuadrar, puesto que lo primero implica mayor peso y resistencia aerodinámica, lo que choca frontalmente con lo segundo. Un problema que solo las marcas más avanzadas pueden resolver con éxito, aplicando experiencia, tecnología y nuevos materiales para, literalmente, hacer posible lo que parecía imposible.

En este caso, lo imposible era lograr que un vehículo de dos toneladas y casi cinco metros de largo se dejara llevar como un coupé. Y la tercera generación del Porsche Cayenne, presentado esta semana, está muy cerca de conseguirlo, posiblemente lo máximo que la técnica actual permite. Un papel fundamental en ello lo tiene un nuevo chasis, más ligero y al que se exprime el máximo partido gracias al 4D Chassis Control, que le permite adaptarse a cada situación de la conducción. El sistema interpreta las fuerzas que actúan sobre el vehículo y transmite instrucciones a todos los asistentes del vehículo, entre los que se incluye un sistema electromecánico de compensación del peso, un eje trasero direccional que facilita maniobrar en curvas cerradas y una suspensión neumática de tres cámaras de aire).

Además, también se ha reducido el peso en 135 kilogramos gracias a la utilización extensiva de aluminio (aunque la inclusión de más equipamiento hace que la mejora final sea de 55 kilogramos) en las áreas sometidas a menos estrés torsional, como el techo o el maletero. Paralelamente, se han mejorado los propulsores, para ofrecer un mayor rendimiento, al mismo tiempo que su peso se ha reducido. Así, las tres versiones del nuevo Cayenne -normal, S y Turbo- montan, respectivamente, propulsores de gasolina V6 de 340CV, V6 biturbo de 440CV y V8 biturbo de 550CV. Todos ellos, gestionados por un rediseñado cambio automático Triptronic S por convertidor de par de 8 velocidades.

Todo ello permite al nuevo Cayenne ofrecer un comportamiento dinámico en carretera aún mejor que el de su predecesor, con cuyo concepto se alinea. A diferencia de la primera versión, que llegó al mercado en 2002 y que incorporaba reductora y bloqueos de diferencial -lo que lo convertía en un auténtico todoterreno-, el nuevo modelo y su inmediato antecesor, lanzado en 2010 (y del que se han vendido más de 500.000 unidades en todo el mundo) se concibieron para dar lo mejor de sí mismos sobre el asfalto. Eso no implica que el nuevo Cayenne se desenvuelva mal fuera de él. De hecho, los ingenieros de Porsche han puesto un especial cuidado en las funcionalidades ‘off-road’, para lo que se incluyen 4 modos que adaptan la suspensión y la tracción a las condiciones de la ruta: grava, barro, arena y rocas.

En el plano estético, los diseñadores de Porsche han optado igualmente por una línea continuista con su exitoso predecesor. Apenas hay cambios en el frontal, salvo por retoques en las ópticas y la rejilla, incorporándose unos flaps que se abren y se cierran en función de las necesidades aerosinámicas o de refrigeración del vehículo. La zaga, por el contrario, se ha retocado en profundidad, mediante el uso de una tira que une las luces traseras, en línea con la nueva imagen de la marca.

En el interior se mantiene, por descontado, la extraordinaria sensación de calidad habitual en Porsche. Los asientos, regulables de forma eléctrica, son de tipo deportivo y cuentan con asideras para cuando optemos por llevar el vehículo al extremo. El espacio en el habitáculo crece ligeramente gracias a la ganancia de 63 milímetros en la longitud, que también aprovecha el maletero, cuya capacidad crece en 100 litros. El acceso a éste es sencillo, y su capacidad enorme, gracias a la posibilidad de reclinar totalmente el respaldo de los asientos traseros o mover todo el bloque hacia adelante.

En el salpicadero, resalta una gran 5 de infoemtretenimiento. Otras dos pantallas, más pequeñas pero igualmente de buen tamaño y resolución, y situadas tras el salpicadero, permiten al conductor consultar los consumos, las indicaciones del GPS o incluso el propio mapa, actualizado constantemente vía online.

En cuanto a la tecnología de asistencia a la conducción, el nuevo Cayenne incluye asistente de aparcamiento Park Assist con cámara trasera, delantera y lateral, control de crucero adaptativo, Lane Keeping Assist y Protección Predictiva de Peatones. Además, a partir de 2018 incluirá el copiloto electrónico InnoDrive de Porsche que, entre otras opciones, calcula los valores óptimos de aceleración y se anticipa a los desniveles de los siguientes tres kilómetros de la ruta establecida en el navegador.

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