La nueva «turborrotonda del caos» en Santander
La capital cántabra cuenta desde este jueves con una nueva turborrotonda aunque los resultados, al menos por ahora, no han sido los esperados
Santander cuenta desde este jueves con una nueva turborrotonda aunque los resultados, al menos por ahora, no han sido los esperados. Según « El diario montañés », esta nueva glorieta distribuidora del tráfico causó dos días consecutivos de atascos, jueves y viernes, generando caos entre los conductores de la capital cántabra.
La glorieta de Valdecilla Sur comenzó a funcionar como turborrotonda el jueves con el fin de mejorar la circulación y aumentar la seguridad en este punto en el que confluyen diariamente un elevado número de vehículos.
Las labores de señalización se realizaron durante la noche, a partir de las 21.30 horas, con cortes solo parciales y manteniendo en todo momento algún carril de circulación para minimizar las afecciones al tráfico.
Durante los primeros días, la Policía Local supervisará los trabajos y regulará la circulación en la zona. Además, agentes de movilidad prestarán servicio de apoyo los primeros días de funcionamiento del nuevo sistema para facilitar que los conductores se vayan habituando a los cambios.
Los trabajos incluyen el pintado de la nueva configuración de los carriles de la rotonda, así como la instalación de la nueva cartelería con la indicación de las direcciones y recorridos que deben seguir los conductores para dirigirse a cada una de las salidas.
Más fluidez
La de Valdecilla Sur es la segunda turborrotonda de la ciudad, que cuenta ya con una glorieta de estas características en la confluencia de la S-20 con la Bajada de San Juan. Por eso, el ayuntamiento confiaba en que el periodo de adaptación sea breve y en que los conductores se hicieran pronto al nuevo sistema de circulación en esta glorieta.
El sistema de las turborrotondas se basa en un uso más eficiente de los distintos carriles, reservando el carril exterior para aquellos usuarios que vayan a abandonar la glorieta en las salidas más inmediatas y canalizando por los carriles centrales los vehículos que se dirigen a salidas más alejadas.
Con ello, no sólo se favorece una ocupación similar de todos los carriles y una mayor fluidez del tráfico, sino que se reducen los accidentes por impactos laterales que se pueden producir cuando los conductores utilizan exclusivamente el carril exterior independientemente de la salida que vayan a tomar.
Así se circula en las turborrotondas
Aunque en España aún hay pocas turboglorietas, algunas ciudades como Vigo, Santander y Oviedo ya han recurrido a ellas para eliminar puntos conflictivos en sus calles . Se trata de un tipo de intersección con un diseño especial que da un giro de tuerca al concepto convencional de glorieta .
En ellas rige la misma norma : los vehículos que circulan dentro tienen prioridad sobre los que pretendan acceder. Pero también hay ciertas diferencias entre unas y otras. La principal es que, en cada carril de una rotonda «turbo», el tráfico va encauzado hacia distintas salidas, de tal forma que no es posible hacer la plaza completa por el carril exterior . Así lo explican desde la revista de la Dirección General de Tráfico con un video animado para entenderlo a la perfección .
Así, tal y como se ve en la infografía inferior, en una turborrotonda de dos carriles, el conductor que entra por el exterior solamente puede girar a la derecha (primera salida) o seguir de frente (segunda salida). En cambio, el que entre por el interior podrá seguir recto, girar a la izquierda (tercera salida) o hacer un cambio de sentido.
«Durante la aproximación a una de estas glorietas, es fundamental observar la señalización para situarse correctamente antes de entrar », explica José María O'Mullony , jefe de la sección de Formación Vial de la DGT . Y, por su parte, el ingeniero del tráfico, «importador» del concepto y diseñador de las primeras turborrotondas en España, Carlos Suárez , apunta que «las turborrotondas son más sencillas, hay menos toma de decisiones , la circulación es más ágil y tienen mayor capacidad. Además, al eliminar los cambios de carril en la circulación interior, se reducen los puntos de conflicto».
Las líneas continuas, la clave
Las líneas continuas hacen posible esta conducción «guiada» desde la entrada. El objetivo es es mantener a cada vehículo «encauzado» hacia su salida , evitando cruces de trayectorias y colisiones. Evidentemente, el riesgo solamente desaparece si los conductores respetan la señalización.
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