BMW

Malos hábitos que harán que acabes con el coche en el taller

Algunas prácticas que se cree que ayudan a ahorrar, en realidad pueden generar problemas importantes de mecánica

MADRID Actualizado: Guardar
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Llevar el coche al taller supone un engorro, y en algunas ocasiones una molesta sorpresa a la hora de tener que abonar la factura. Tanto los fabricantes como las instituciones recomiendan realizar un correcto mantenimiento del coche, sobre todo porque un buen estado de elemtos como los neumáticos, los frenos, escobillas limpiaparabrisas e iluminación, nos pueden salvar de un accidente.

Pero también hay que reconocer que, conforme el vehículo tiene más años, se les suele dar menos importancia a estas labores de mantenimiento, y otras como la revisión de niveles, cambio de aceite y filtros. si a ello sumamos determinadas «costumbres» a la hora de manejar los coches, la posibilidad de que tengamos que llevar el coche al taller aumenta exponencialmente.

Por eso, desde la plataforma cuidomicoche.es han elaborado la siguiente lista. Siete puntos que recogen las conductas más perjudiciales para la mecánica del coche. Si les prestamos atención podremos evitar en gran medida las reparaciones no deseadas.

1. Retrasar el mantenimiento

Es muy importante cuidar del motor por dentro, que los líquidos estén al nivel adecuado, que el aceite esté limpio y a un óptimo nivel y que los filtros estén libres de partículas dañinas.

2. Realizar una conducción agresiva

Acelerar de repente no ayuda a ganar tiempo y tiene efectos negativos sobre el automóvil, que no solo gastará más combustible; además sufrirá un calentamiento excesivo del motor y un desgaste prematuro de los neumáticos. La caja de cambios y el sistema de frenos también se resentirán.

3. Conducir demasiado tranquilo

Conducir a baja velocidad en marchas largas para ahorrar combustible puede llegar a dañar la transmisión del vehículo.

4. Arrancar el coche de manera brusca

Si el aceite y los componentes no han alcanzado la temperatura ideal se acelera el desgaste en el motor del vehículo.

5. Abusar del embrague y apoyarse en la palanca del cambio

El embrague es uno de los elementos que más sufre del coche, pues funciona por fricción y sufre desgaste cada vez que se pisa. Por eso no hay que apoyar el pie en él sin necesidad. Tampoco es conveniente llevar una mano en la palanca de cambios, pues, a largo plazo, se traduce en vibraciones y que el engranaje de las marchas sea más impreciso.

6. Mover la dirección con el coche parado

Con esta práctica sufren neumáticos, ruedas y suspensión.

7. Conducir con el coche en reserva

En estas ocasiones la parte del coche que más sufre es la bomba de combustible. Un elemento esencial y nada barato a la hora de reparar.

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