La DGT implantará un sistema para evitar posibles fraudes en la venta de coches usados

La Dirección General de Tráfico (DGT) apuesta firmemente por combatir el fraude en las operaciones de compraventa de vehículos de ocasión (V.O.). En su afán por mejorar la información disponible en internet sobre los coches matriculados, al ya disponible informe de titularidad y cargas que aporta información sobre los propietarios que ha tenido previamente el vehículo, en breve va a añadir otro registro que recopile el historial de averías y reparaciones que ha sufrido el coche a lo largo de su vida útil.

Con esta iniciativa, que anunció la subdirectora adjunta de Vehículos de la DGT, Susana Gómez Garrido, en el Foro de ABC Motor celebrado el pasado lunes 20 de junio –y en el que varios expertos expusieron sus opiniones sobre el mercado de los vehículos de segunda mano–, la institución pretende proporcionar información «sobre cuatro o cinco parámetros básicos del estado del y mecánica del vehículo consultado».

Con un sencillo sistema basado en el código de colores de los semáforos se podrá saber si un coche está en perfecto estado –en cuyo caso estará etiquetado con color verde–, o si ha tenido un historial de reparaciones que puedan mermar su rendimiento –utilizando el rojo para avisar al potencial comprador del estado real del vehículo.

Este nuevo registro permitirá hace un primer filtro a la hora de comprar un coche de segunda mano, y estará avalado por el sello de los talleres oficiales que realicen el mantenimiento y las reparaciones de los vehículos. Esta documentación también se tendrá que aportar como requisito indispensable para superar las ITV, que recopilarán la historia de los vehículos para evitar que los compradores sean engañados. Y es que, la transparencia es una de las máximas prioridades de la DGT para retirar de la circulación vehículos antiguos en malas condiciones.

Evitar engaños

Mientras este registro se pone en marcha, conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones ante la compra de un coche de segunda mano. El precio es importante, aunque lo barato puede salir caro. Los buscadores especializados «online» ayudan a obtener información sobre los precios reales que hay en el mercado. Conviene desconfiar de las «gangas».

Si hemos recurrido a une establecimiento especializado, la garantía mínima es de doce meses por Ley. Si la operación es entre particulares nos amparará la Ley de Consumidores, por lo que podremos reclamar si el coche tenía una avería oculta. También nos tenemos que fijar en el kilometraje del vehículo, e intentar verificar que no ha sido manipulado. Podemos pedir un certificado de kilometraje y el libro de revisiones sellado.

Conviene saber el número de propietarios que ha tenido el coche, si es nacional o de importación, el tipo de uso al que estaba destinado anteriormente (por ejemplo, alquiler, taxi o autoescuela). Basta con solicitar un sencillo informe de tráfico donde podemos ver si recaen embargos o multas sobre el vehículo. Los vendedores tienen que disponer de esta información.

Finalmente, firmar un contrato de compraventa, nunca adelantar dinero antes de que se haya formalizado la operación, y mucho menos pagar por adelantado si no se ha llegado a ver el vehículo. Desconfiar cuando el vendedor tiene «demasiada» prisa.