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Consejos conducción seguraConducir con molestias o lesiones, ¿qué hay que tener en cuenta?

Cualquier cuestión que afecte a nuestra normalidad debe ser tenida en cuenta como posible factor de riesgo al volante

Madrid Actualizado: Guardar
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Recuerda el portal Circula Seguro que cualquier cuestión que afecte a nuestra normalidad debe ser tenida en cuenta como posible factor de riesgo sentados al volante de un automóvil.

Esto es extensivo a las molestias y lesionesfísicas: no podemos conducir con un brazo escayolado o con otro miembro inmovilizado. A su vez, hay molestias y grados de éstas, como una muñeca abierta o artritis crónica. Y bajo tratamiento médico debe regir la prudencia siguiendo el consejo del médico.

Una tortícolis o una tensión de cuello por una mala postura, una contractura, la uña encarnada en el dedo de un pie... Esta última afecta al pie, con un impacto decisivo en la seguridad al manejar el acelerador, el freno y el embrague.

Precisamente, y según el grado, puede afectar al pisar los pedales, algo serio ante una frenada de emergencia: por reflejo, evitamos hacerlo con toda la fuerza para evitar el dolor instantáneo, lo que hace retirar el pie de forma parcial.

Los problemas de cuello reducen la visibilidad, mientras que una muñeca abierta limita la maniobrabilidad con el volante o el cambio de marchas manual. A priori, es mejor resolver la causa del dolor, por pequeña que sea, antes de sentarse al volante de un automóvil.

¿Y las enfermedades crónicas?

Solo un médico puede diagnosticar qué tipo de enfermedad padecemos, el tratamiento a aplicar... Médicos por la Seguridad Vial propone los siguientes consejos para estos casos:

1. Los médicos deben transmitir a sus pacientes los consejos necesarios sobre la interferencia en la conducción de su patología y del tratamiento prescrito.

2. Un paciente de enfermedad crónica en el sistema locomotor debe recordar que, como peatón, ha de medir sus capacidades antes de cruzar la calzada.

3. Como conductores pacientes de dolencias, es necesario planificar los viajes, conducir acompañados y evitar situaciones de riesgo por causas externas (circular de noche, en condiciones climatológicas adversas…)

4. Se deben mantener los horarios de descanso, comidas y de tomas de medicación.

5. Mejor realizar trayectos habituales y conocidos, alejados de horas punta.

6. Ojo a los efectos secundarios de la medicación: pueden interferir en la conducción.

7. Como pacientes debemos extremar precauciones, aumentar la distancia de seguridad, respetar los límites de velocidad y ejecutar maniobras lo más seguras posible.

8. Los pacientes con limitaciones del sistema locomotor, en trayectos largos, deben parar cada hora y relajar los músculos.

9. Se debe disponer a mano de un informe actualizado de la situación clínica que, en cualquier momento, permita evaluar la capacidad de conducción en los centros de reconocimiento. Es muy importante porque en el reconocimiento se pueden establecer puntualizaciones, o bien recomendar mecanismos de adaptación que posibiliten, o faciliten, la conducción.

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