Casi en el 10% de los accidentes mortales hay un conductor extranjero implicado

Cada año se producen en España más de 45.000 accidentes con víctimas, de los que en cerca de un 10% están implicados conductores extranjeros. Fenómenos como la operación «Paso del Estrecho», con más de 600.000 vehículos cruzando hacía Marruecos; el gran número de turistas que cada año nos visitan así como el importante censo de extranjeros que han adquirido la residencia en España en los últimos años, pueden hacer crecer la idea de que los conductores extranjeros tienen más accidentes que los españoles, o que hay determinados conductores que en función de su nacionalidad tiene una mayor tasa de accidentalidad.

Sin embargo, un estudio realizado por la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que ha analizado la nacionalidad de los conductores implicados en accidentes con víctimas ocurridos en España entre 2011 y 2014, desmonta la teoría de quienes hace años vaticinaban un incremento de la siniestralidad en nuestro país por el hecho de canjear sin examen el permiso de conducir de miles de extranjeros que habían venido a trabajar.

De los datos analizados por AEA, se observa que la mayor o menor accidentalidad de los conductores extranjeros implicados en accidentes de tráfico con víctimas no obedece a cuestiones de nacionalidad -de la que pudiera deducirse que los conductores que han obtenido el permiso en un determinado país son más proclives a tener un accidente-, sino que está relacionado directamente con el volumen de población extranjera que reside en nuestro país o nos visita como turistas.

Así, se observa que si bien los conductores rumanos estuvieron implicados en el 2014 en el mayor número de accidentes (587), su tasa de accidentalidad (0,60) es menor que la de los ecuatorianos o colombianos (0,70), y muy inferior a la de los portugueses (2,20) o los alemanes (2,07), si tenemos en cuenta el número de ciudadanos de esos países residentes en nuestro país.

Respecto a la tasa de siniestralidad (nº accidentes/nº de residentes), AEA advierte que las mayores cifras obtenidas por portugueses (2,20), alemanes (2,07) y franceses (1,90), obedece a accidentes en los que están implicados turistas y no residentes de esos países, ya que si se añade a la población residente los turistas de esos países que visitan cada año a nuestro país, la tasa de accidentalidad baja.

A la vista de estos datos, AEA ha llegado a la conclusión de que los convenios bilaterales que se firmaron con dichos países fueron un acierto para legalizar la situación de miles de conductores que, por cuestiones económicas o de dificultad en el idioma, no hubieran acudido a una auto-escuela para canjear su permiso de conducir por el español y hubieran realizado una conducción ilegal y furtiva.