Prueba

DS7 Crossback: prueba a fondo del nuevo icono del lujo francés

Pocos coches han despertado tanta expectación como el nuevo DS7 Crossback, el primer coche con ADN «cien por cien DS»

U. Mezcua

Pocos coches han despertado tanta expectación como el nuevo DS7 Crossback, el primer coche con ADN «cien por cien DS» . De diseño cuidado, elegante e innovador, supone la puesta de gala de DS, la nueva enseña de lujo del conglomerado galo PSA, y hemos tenido la oportunidad de ser uno de los primeros medios en poder probar a fondo el vehículo tras su presentación, el otoño pasado.

Las siglas DS, heredadas del mítico «tiburón» de los años 50, volvieron a estar de actualidad en 2009, cuando nacieron como una división dentro de Citroën para cobijar los acabados de más alta gama de la marca gala. Cinco años después, en 2014, se independizó como marca propia, pero no ha sido hasta ahora cuando ha llegado a las carreteras el DS7 Crossback, el primer vehículo diseñado y desarrollado íntegramente por y para la DS, ya totalmente al margen de Citroën , aunque manteniendo tecnología del grupo, como la plataforma modular EMP2.

El interior, como el exterior, está cuidado al detalle. El cuero y los materiales nobles abundan por doquier en nuestra unidad, con el nivel de equipamiento Ópera. El Ópera uno de los cinco acabados de la gama , junto con el Bastille, Rivoli, Faubourg y el deportivo Performance Line. El toque final lo pone un un cronógrafo B.R.M ubicado en el panel central, que rota 180 grados al accionar el encendido, situado inmediatamente debajo.

Se trata de una disposición poco habitual, algo que sucede con casi toda la instrumentación, y a la que cuesta un poco acostumbrarse. Los mandos de control de las ventanillas, por ejemplo, y los de apertura y cierre centralizado, se sitúan a ambos lados de la palanca de cambios. Su tacto, no obstante, es bueno y sólido , al igual que el de todos los remates del interior.

Una enorme pantalla táctil de 12 pulgadas preside el salpicadero y da acceso al sistema de infoentretenimiento, mientras que otra pantalla, ligeramente más grande, sustituye al tradicional cuadro de instrumentos tras el volante. Esta segunda pantalla puede personalizarse al gusto del conductor, ofreciendo desde lo más básico -únicamente la velocidad y la temperatura- hasta una completa información de la vía y de la ruta, mapas incluidos. También permite visionar, por la noche, las imágenes captadas por la cámara de infrarrojos instalada en el frontal, que permite evitar cualquier obstáculo en la carretera en condiciones de baja visibilidad.

Esta cámara es una de las muchas ayudas dinámicas que incorpora el DS7 Crossback, un coche que en lo tecnológico también se encuadra entre los actuales líderes del segmento. El sistema DS Connected Pilot, que se controla mediante una palanca bajo el volante, aúna tecnologías como el asistente de mantenimiento del vehículo dentro del carril -con dos opciones, para circular por el centro o por un lateral, dejando espacio a motocicletas o bicicletas en caso de atasco-, el control de crucero adaptativo o el asistente en condiciones de embotellamiento, que permite seguir al vehículo inmediantamente anterior durante un atasco.

Nuestra unidad de pruebas está propulsada por un motor diésel BlueHDi de 180CV, una potencia más que suficiente para cualquier situación, y al que se puede sacar un extra de rendimiento gracias al modo de conducción Sport -que incluso añade un sonido muy deportivo- o mantener en cuotas de consumo bajas, de unos 8,2 litros a los 100 kilómetros-, con los modos Confort, Normal y Eco. Se asocia con un cambio automático EAT8 por convertidor de par que, por su comportamiento, algo brusco en marchas cortas, resulta lo menos brillante del vehículo

En marcha, el DS7 Crossback destaca por su aplomo y confort en todo tipo de vías, sin que ningún bache de la ruta penetre en el habitáculo. Aquí entra de nuevo en juego la tecnología, en concreto el sistema DS Active Scan Suspension, que registra las ondulaciones y los bachos del suelo a una distancia de cinco metros y prepara al vehículo para superarlos [Sigue leyendo tras el vídeo].

También resalta la nobleza de su comportamiento : pese a que nuestra unidad era de tracción delantera -la versión con tracción integral, que se obtendrá gracias a dos motores eléctricos en las ruedas traseras, no llegará hasta 2019-, y equipaba neumáticos de verano, pudo sortear sin problemas algunas de las intensas nevadas que cubrieron la sierra de Madrid a finales de enero.

Lo cierto es, en suma, que la espera para conocer al primer auténtico DS ha merecido la pena: el DS7 Crossback es un coche a la altura de sus expectativas, y también de los referentes de gama alta del segmento. Y a unos precios muy competitivos : 44.150 euros nuestra unidad de prueba, frente a los 31.950 de la unidad menos equipada y los 52.750 de la tope de gama.

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