Audi reconoce irregularidades en los A6 y A7 diésel

Ante la asamblea general de accionistas que se celebra en Ingolstadt, su presidente, Rupert Stadler, asegura que se habrían producido «por error». «Han sido errores de calado». Hasta 60.000 vehículos estarían afectados

Rosalía Sánchez

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El pasado 18 de abril, agentes de la Fiscalía alemana efectuaron registros en varias oficinas de la automovilística Audi y, pocos días después, la empresa comenzó a suspender entregas de vehículos. Ahora sabemos por qué. Ante la asamblea general de accionistas que se celebra en Ingolstadt, su presidente ha reconocido nuevas irregularidades en el control de las emisiones en motores diésel que se habrían producido «por error». « Han sido errores de calado », ha dicho el presidente de la junta directiva de la automotriz alemana, Rupert Stadler, «el error de trabajo en nuestro departamento es serio pero no se trata de una nueva manipulación de software. El problema es que se omitió la eliminación de un módulo de software en el control del motor de los modelos A6 y A7 que van a dejar de producirse».

Según ha explicado el fabricante alemán de vehículos de alta gama, estas deficiencias han sido detectadas en los motores V6 TDI Gen2 evo EU6 con una potencia de 200 kW y actualmente estarían afectados unos 60.000 vehículos en todo el mundo, con la excepción de los Estados Unidos. Tras informar a la Oficina Federal de Transporte Automovilístico (KBA) y a las Autoridades de homologación de Luxemburgo de las irregularidades, Audi ha decidido interrumpir la comercialización de vehículos equipados con estos motores. Asimismo, la compañía se ha comprometido a ofrecer una actualización del software que pueda subsanar el problema.

«Uno se pregunta por qué este error se ha descubierto ahora», siguió Stadler con la explicación, aseguró que el fallo fue detectado la semana pasada y que se actuó rápidamente en consecuencia. «La crisis del diésel todavía no ha terminado para nosotros », admitió ante los accionistas.

A mediados del año pasado, la KBA ya obligó a Audi a retirar el software ilegal instalado en 24.000 de sus vehículos con el objetivo de manipular las emisiones de gases contaminantes. Audi y Volkswagen pagaron en Estados Unidos una indemnización millonaria por haber instalado un software, ilegal en ese país, en unos 83.000 vehículos con motores diésel. Con ese software se conseguían valores más bajos de emisión de gases contaminantes. El caso costó hace dos años 1.860 millones de euros a la empresa. Audi ya tuvo que llamar a revisión 850.000 vehículos con motores diésel en el verano de 2017 y su descubrimiento del «error» tiene lugar casualmente después de que el semanario alemán Der Spiegel informara precisamente de la existencia de ese software ilegal para manipular las emisiones en coches en fabricación y venta.

La estrategia de Audi pasa por ir desinteresándose progresivamente del diésel y volcarse en el coche eléctrico. La empresa invertirá 40.000 millones de euros hasta 2015 en las áreas estratégicas de movilidad eléctrica, conducción autónoma y digitalización, según el plan presentado por Stadler, que señala la electromovilidad como la clave del futuro. «Nuestro objetivo es revolucionar la movilidad, también en movilidad eléctrica queremos convertirnos en el número uno entre los fabricantes Premium, con total idoneidad para el uso diario y máxima calidad de los vehículos, manteniendo el placer de la conducción para el cliente», ha definido.

Entre los objetivos presentados se encuentra el plan de transformación de la empresa para alcanzar ventas anuales de 800.000 vehículos eléctricos o híbridos hasta el ejercicio de 2015, lo que supondría aproximadamente un tercio de la demanda total. «Para facilitar que uno de cada tres clientes se dedica por un modelo eléctrico, habrá una variante eléctrica en cada serie de modelo a mediados de década, muchos de ellos serán exclusivamente eléctricos», ha señalado.

El plan pasa por el lanzamiento de 20 nuevos modelos eléctricos antes de 2025 y lograr que todas sus fábricas sean neutrales en términos de dióxido de carbono para esa fecha, como parte del compromiso de la empresa con el medio ambiente. En 2019 lanzará el Audi e-tron Sportback, al que seguirán el Audi e-tron GT y el Audi Sport en 2020. En ese año esperan lograr beneficios y en 2022 haber generado un total de 10.000 millones de euros. Stadler ha prometido que «la empresa conseguirá asegurar la sólida rentabilidad a pesar de los altos niveles de inversión que requiere el actual reto».

Pero el futuro de este plan requiere que los directivos de Audi queden al margen del proceso judicial por el escándalo de los motores diésel. El ex presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, acaba de ser acusado formalmente en EE.UU y agentes del FBI se han trasladado hasta Alemania para llevar a cabo los interrogatorios. La última detención ha sido, según varios medios alemanes, la de Jörg Kerner, exresponsable de motores de Porsche que trabajaba en Audi cuando estalló el escándalo.

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