Ignacio Aguado, líder de C's en la Comunidad de Madrid, posa para ABC
Ignacio Aguado, líder de C's en la Comunidad de Madrid, posa para ABC - óscar del pozo
Entrevista

Aguado: «Dependerá de Cifuentes agotar o no la legislatura»

El portavoz de C's en la Asamblea considera un «hito» el acuerdo de investidura que firmará hoy con el PP en la Comunidad

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Ciudadanos, cuarta fuerza política en la Asamblea de Madrid (17 diputados), tendrá un protagonismo inédito en la nueva legislatura. Su acuerdo con el PP le permite a Cristina Cifuentes ser investida presidenta el próximo jueves 24, pero no le garantiza un mandato fácil. El partido de Albert Rivera se sitúa «enfrente», en la oposición, y no descarta presentar una moción de censura si el PP no cumple con el acuerdo. Ya han creado una comisión mixta de seguimiento del pacto, que se reunirá cada tres meses. La primera prueba, a los cien días de mandato. «No venimos a que nos tomen el pelo; queremos hacer reformas», asegura su portavoz, Ignacio Aguado (23 de febrero de 1983), que emerge como una figura clave en la política madrileña, pese a que no lleva ni dos años afiliado a C’s, desde julio de 2013.

Su buena oratoria y su capacidad de interlocución le auguran éxito en una legislatura sin mayorías claras en la Cámara regional.

¿Qué nivel de satisfacción tiene tras el acuerdo?

—Siempre y cuando se cumplan la propuestas, alto. Llevábamos 200 propuestas para Madrid. Y antes de echar a andar la legislatura, hemos garantizado un 30%-40% de nuestro programa. Algunos lo verán como una cesión, yo lo veo como un logro.

¿De qué está más orgulloso?

—Primero, del bloque de regeneración. Hubo resistencia en la parte de reducción de mandato a ocho años, incluyendo a los consejeros. Y en el tema de las primarias. También es importantísimo el compromiso de hacer una auditoría externa de los últimos ocho años. Viéndolo crudamente, es un hito que en la Comunidad se haya firmado un acuerdo que no sea por intercambio de puestos, sino que suponga un cumplimiento de programa.

Y en materia de política social, ¿qué ha sido lo más difícil de concretar en la negociación con el PP?

—Nos ha costado mucho negociar la dotación presupuestaria en Sanidad y Educación. Además de la corrupción, otra razón del batacazo del PP han sido sus recortes. Hemos logrado crear 500 plazas de profesores, prioritariamente para Secundaria [C’s planteaba 1.300]. Se bajarán un 20% las tasas de guardería pública [aspiraban a reducirlas a la mitad]. Se invertirán 30 millones de euros más al año en Atención Primaria sanitaria [proponían 50 millones] y se abrirán quirófanos por las tardes. Otra clave es que el PP se compromete a no vender viviendas a fondos de inversión.

En la parte fiscal ha sido fácil. Sus programas son primos-hermanos...

—En la parte económica, sí. Estamos satisfechos con el margen fiscal de Madrid. No habrá nuevos impuestos. Pero en lo social, no. Hemos logrado que el PPse comprometa por escrito a parar la privatización de la Sanidad Pública. No lo llevaba en el programa.

¿Se siente cómodo en el traje de socio preferente de Cristina Cifuentes?

—(Sonríe) No, no me siento cómodo. Hemos permitido la investidura, nada más. No somos la muleta del PP.

Pero tendrán una línea directa con el Gobierno del PP...

—No hace falta. La aritmética parlamentaria te permite unas posibilidades que no se habían contemplado en la Comunidad desde el inicio de la democracia. Podemos investir un gobierno y pactar leyes con la oposición.

¿Cifuentes podrá agotar su mandato o le someterán a moción de censura si no cumple con el acuerdo?

—Dependerá de ella. Pero no hemos venido a perder el tiempo ni a que nos tomen el pelo. Queremos reformas.

¿Y se sumarían a mociones de censura impulsadas por otros grupos?

—Eso no sé. Son demasiados supuestos. Tenemos la suerte de ser decisivos y estamos asumiendo el coste de investir a Cifuentes. No caerá en saco roto.

¿No pedirán a Cifuentes que aparte a Ballarín pese a las sospechas de amaño para ser desimputado?

—No. Salvo que resulte imputado, que no creo que vaya a ser así... Cabe una reflexión más profunda de por qué la Fiscalía no recurre. Huele mal.

¿Su apoyo a Cifuentes forma parte de un canje con Andalucía?

—No. El partido a nivel nacional nos ha pedido que pactemos con independencia de objetivos en otras partes. Pero sí hemos sido coherentes al priorizar la negociación con las fuerzas más votadas.

¿Es C’s un partido más cercano al PP o al PSOE?

—A ninguno; más que nada porque hoy no tienen identidad definida.

Se lo pregunto de otro modo. ¿Más liberales o socialdemócratas?

—Es que no estamos cómodos en esa definición de izquierdas o derechas. Pienso más en ideas o en reformas.

¿Ya no es importante la ideología?

—Es importante tener un ideario claro; pero la ideología resume demasiado la realidad. Ofrece soluciones fáciles a problemas difíciles. Estaban bien en el siglo XVIII.

Dicen que un 85% de afiliados de C’s en Madrid provienen de familias del PP. Son sus hijos, desencantados.

—No sabría decir... Hay gente de todos los perfiles, del PP, del PSOE; gente que pasó por Juventudes Comunistas y gente que no ha votado nunca.

Honestamente, ¿esperaba mejor resultado el 24-M para C’s en Madrid?

—No. Fue un éxito rotundo. Si lo de UPyD en 2011 con 8 diputados ya fue un logro, nosotros hemos entrado con 17. Tenemos las alcaldías de Valdemoro, El Molar y Villanueva del Pardillo, y resultados muy buenos en Pozuelo, Majadahonda y Las Rozas. Me afilié en julio de 2013 y éramos 30 de C’s Madrid; hoy somos 5.000. Y creciendo.

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