En el punto donde surgió el fuego no había enchufes ni aparatos eléctricos. | C. R.
sucesos | Chiclana

El incendio de una vivienda obliga a desalojar a una familia de Los Esteros

Las primeras hipótesis apuntan a que el fuego pudo ser provocado por alguien que tiró un objeto en llamas por la ventana

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Anabel Márquez, Iñaki Jiménez y su hijo tuvieron que evacuar su vivienda de la Urbanización Los Esteros sobre la media noche del sábado. Anabel se percató de unos ruidos en la primera planta y, cuando ascendía por al escalera, observó cómo el techo había pasado de la pintura blanca, al negro del hollín. En ese momento llamaron a los bomberos y éstos tardaron cerca de una hora en extinguir las llamas que se habían originado en un cuarto de juegos, donde había una gran cantidad de libros.

«Tenemos la hipótesis de que el fuego se originó por algo que lanzaron por la ventana, que estaba abierta», explicó Anabel. «Nos lo han comentado los bomberos, y nos parece muy probable porque la noche anterior a una vecina le lanzaron una botella también por la ventana y se la rompieron», añadió.

En la habitación donde se originó el incendio no había aparatos eléctricos y los enchufes no mostraban señales de salida de llamas. Aunque la familia siempre ha considerado el barrio como un lugar muy tranquilo, afirmaron que últimamente «hay problemas puntuales, como peleas o botellones».

Sin sufrir daños personales, los tres miembros de la familia pasaron la noche en casa de un familiar y, a partir de ayer en una vivienda de alquiler hasta que no consigan reparar los desperfectos. Durante el incendio, la planta de arriba quedó afectada por completo, donde ardieron diversos enseres, ropa, libros y mobiliario. Además, se desprendió el enlucido de las paredes y algunas partes del techo por la carga de calor.

Una hora para sofocarlo

Tras la llamada al 081, acudió al número 26 de la urbanización Los Esteros un efectivo de cuatro bomberos en tres vehículos. En ese momento la familia ya había salido de la casa por su propio pie. El servicio comenzó con la entrada de los bomberos en la vivienda con equipos de respiración para proceder a la inspección con una cámara térmica.

Una vez localizado el fuego, utilizando un total de 500 litros de agua para sofocar las llamas, los efectivos evacuaron el humo del resto de la casa con un turboventilador. En el día de ayer, Anabel e Iñaki volvían a la casa donde viven desde hace dos años para intentar rescatar ropa y comida.