La milicia Al-Shabab intenta matar al recién elegido presidente de Somalia

El presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, ha escapado ileso del primer atentado perpetrado contra su vida, tan solo 48 después de que fuera elegido por una asamblea de diputados reunidos en Mogadiscio. El ataque tuvo lugar ayer en el hotel Yasira Palace mientras el dignatario asistía a una rueda de prensa, y las primeras estimaciones hablan de entre cinco y ocho víctimas mortales, entre ellas los dos terroristas que lo desencadenaron.

La explosión a las puertas del edificio precedió al intento de asalto llevado a cabo por un segundo hombre armado. Según algunos testigos, un individuo hizo detonar las bombas que llevaba adosadas a su cuerpo provocando la muerte de cinco soldados y dos civiles, y otro intentó entrar en el recinto donde fue abatido después de herir a un agente. Al-Shabab, que se ha atribuido la autoría de la operación, ya había tachado a Sheikh de traidor y denunciado su elección como un «complot de los enemigos cruzados bajo el patrocinio de la ONU y la Unión Africana», además de reafirmar su intención de seguir luchando para reunificar el país bajo el mandato de la 'sharia' (ley islámica).

En el momento de atentado el mandatario somalí se hallaba celebrando una reunión con los medios de comunicación en compañía de una delegación keniana encabezada por su ministro de Asuntos Exteriores, Sam Ongeri. Tras el suceso, Sheikh afirmó que la prioridad número uno de su Administración es la seguridad «y también las números dos y tres».