Ava Gardner y David Niven en el descanso de un rodaje en Cinecittà. :: TAZIO SECCHIAROLI
Sociedad

Glamour y 'dolce vita'

Una exposición recrea los esplendorosos años en los que la Ciudad Eterna se convirtió en la seductora y elegante sucursal de Hollywood Cuando Paparazzo 'cazaba' estrellas en la Roma de Fellini

MADRID. Actualizado: Guardar
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Ava Gardner hace girar la cabeza a los romanos que se cruzan con 'el animal más bello del mundo' en el club Pipistrello. Los que divisan a Anita Ekberg en Rugantino acerelas sus corazones y los ojos les hacen chiribitas. Como quienes ven a Jane Mansfield en sus noches locas de Villa Borghese. Raquel Welch atrae la mirada cómplice de Marcello Mastroianni bailando desmelenada sobre la mesa de una trattoria. Elisabeth Taylor besa a Richard Burton sobre un lancha y sucumbe a los encantos de las joyas de Bulgari, «la única palabra que sé en italiano».

Roma, 1960. Superada la ola neorrealista, Federico Fellini lanza el mito del elegante 'far niente' con 'La dolce vita'. Hollywood pica y se traslada la capital italiana. Roma rezuma glamour y una legión de paparazzi, hijos del Paparazzo felliniano, pelean por captar esos instantes de lujo, pasión, encanto y sonrisas.

Es lo que refleja la muestra 'Los años de la dolce vita' que la sala del Canal de Isabel II de Madrid acoge hasta el 6 de enero. Confronta 160 fotografías con diseños de joyas y vestidos de modistos como Valentino y Balenciaga, cuyos modelos, tan eternos como Roma, inspiraron a Fellini para su mítica película con Anita Ekberg, Marcello Mastroanni y Paparazzo, el padre de todos los fotógrafos del 'cuore'.

Las instantáneas -en blanco y negro, muchas robadas- son un vivificante espejo de la esplendorosa época que vivió la ciudad de Tíber, convertida en un inmenso plató y un escenario para los devaneos, pasiones y excesos de los más rutilantes astros la fábrica de sueños.

No faltó nadie: Rock Hudson, Elizabeth Taylor, Richard Burton, Cary Grant, Brigitte Bardot, Alain Delon, Ingrid Bergman, Kirk Douglas, Clint Eastwood, Jane Fonda, Jack Lemmon, Rita Hayworth, Rock Hudson, Robert Mitchum, Anthony Perkins, Gregory Peck, James Stewart, Romy Schneider, Joan Collins, Audrey Hepburn, Astros locales como Sofía Loren, Gina Lollobrigida, Claudia Cardinale, 'il bello' Mastroianni y Ana Magnani. Cineastas como Hitchcock, Pier Paolo Pasollini o el inefable Fellini, epicentro y motor del fenómeno. Todos fueron 'cazados'en Roma por ávidos y avisados reporteros como Arturo Zavattini, Marcello Geppetti y Tazio Secchiaroli. Unos fotógrafos capaces de acosar al rey Faruk cuando devoraba ostras en Via Veneto.

Su trabajo, que alimentó el papel cuché de la época, se ve junto a imágenes de notables archivos que documentan aquellos años dorados: la Fundación Solares del Arte y la Marcello Geppetti Media Company.

La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, inauguró la exposición flanqueada por David Secchiaroli, hijo del fotógrafo Tazio Secchiaroli, cuya vida inspiró al personaje del Paparazzo en la película de Fellini. Con este filme culminaba una década en la que Roma y los estudios de Cinecittà se convertieron en el mejor plató de Europa y no solo para cineastas europeos. Los grandes directores y actores de Hollywood pujaban por rodar a la eterna y glamurosa Roma producciones como 'Cleopatra', 'Ben-Hur', 'Espartaco' o 'Vacaciones en Roma', con Audrey Hepburn y Gregory Peck en los rincones más románticos de la ciudad eterna.

Además de un gran plató, Roma fue el centro de un nuevo y elegante estilo de vida sostenido por grande firmas del lujo. Joyeros como Bulgari, que exhibe dibujos de sus diseños y fotos de las actrices que lucieron sus alhajas. Sastres como Brioni, que vistió a todas las celebridades de la época, de Cary Grant a Anna Magnani, y presenta diseños, trajes y un vídeo del su memorable primer desfile masculino en 1952. Se exponen también dos trajes de Valentino y Cristóbal Balenciaga, en cuya osada colección de 'vestidos-saco' de 1957 se inspiró Fellini.

El broche es el documental 'Hollywood sobre el Tíber', inédito en España y realizado por el periodista, crítico y director de cine Marco Spagnoli, uno de los mejores conocedores de aquella época dorada.

Cristina Carrillo de Albornoz, crítica, periodista y comisaria de la exposición, asegura que con 'La dolce vita' «Fellini elevó una forma de vivir apasionante a la categoría de mito, fijando el esplendor de una época que nos trasmite la muestra». «No quisimos mostrar grandes fotos del rodaje, sino de lo que ocurría en las calles y plazas de una Roma en plena efervescencia, el centro cosmopolita en el que recalaron los grandes del cine a los que persiguieron y retrataron los fotógrafos».