Lucrecia: «A Cuba siempre la llevo conmigo, no puedo vivir en un eterno dolor»

Después de presentar cinco años un programa infantil de televisión, de grabar pop latino, de escribir libros para niños y de probar suerte como actriz, Lucrecia está centrada por completo en su faceta de cantante y compositora. Mañana recala en Cádiz, en el marco del Festival Iberoamericano de Música Manuel de Falla, para ofrecer un concierto íntimo, 'Desde el alma'. Desde un corazón que late por Cuba, su país, al ritmo de las grandes canciones popularizadas por los mejores cantantes de la isla caribeña.

-¿Qué va ofrecer Lucrecia mañana 'Desde el alma'?

-Es un espectáculo con el que estoy girando que incluye las canciones de mi disco 'Álbum de Cuba' y un repaso a mi discografía. Existen dos formatos de este espectáculo, el cuarteto y uno más íntimo de voz y piano (Roberto González) que es el que voy a ofrecer en Cádiz. Canto los temas de 'Álbum de Cuba' que fue un trabajado nominado a los Grammy en 2010. También canto 'Dos gardenias' de Isolina Carrillo, ella fue mi profesora y además este tema forma parte del álbum 'Last Mambo'. También está presente 'Guantanamera', fruto de las colaboraciones y conciertos que he realizado en homenaje a Celia Cruz.

-Aunque quede lejos, ¿qué supuso para usted la nominación a los Grammy?

-Nunca me quedará lejos porque lo entiendo como un premio especial a la carrera de un artista. Además, que fuera con este trabajo homenaje a lo s compositores y cantantes cubanos y después de una carrera prolífica en la que he editado tres libros infantiles, he presentado un programa de televisión y he grabado pop latino, me honra muchísimo esa nominación.

-¿Le infundía un respeto especial versionar alguno de los temas?

-Todas las canciones, porque son míticas en Cuba e interpretadas también por artistas conocidísimos, la mayoría, hombres. 'Que bueno baila usted' la había disfrutado muchísimo escuchándola y bailándola pero nunca me había imaginado poniéndole voz. Lo mismo pasaba con 'Siboney', que la cantaban sopranos ligeros y que yo la he versionado a mi manera. Se trata de un repertorio muy difícil, pero a la vez fue fácil de encontrar. Fue un reto y simplemente intenté hacer míos los temas, de la forma en que yo lo sé hacer.

-No es la primera vez que viene a Cádiz, pero sí es su estreno en el Festival Iberoamericano de Música Manuel de Falla, ¿qué tal las experiencias anteriores?

-Hace muchos años que vine por primera vez con la orquesta Anacaona. Hace cinco años estuve en el Carnaval y ahora vengo en el marco de este festival. Siempre disfruto muchísimo porque Cádiz tiene mucha musicalidad y alegría.

-En este sentido, ¿cómo ve desde España la música que se hace en su continente?

-Está en todas partes y gracias a las recopilaciones está muy de actualidad. La gente puede pensar que esa música está hecha para una minoría, pero para nada es así. Está creciendo y llegando a todo el mundo. En este sentido hay un apartado didáctico que hay que valorar, enseñar que cuando se escucha un piano, una trompeta, una cumbia o un merengue se tratan de géneros autóctonos y a la vez músicas de todo el mundo.

-¿Cómo se tomó en su país la publicación de 'Álbum de Cuba'?

-Gustó muchísimo porque nadie lo esperaba y pudo abrir camino a otros artistas. Estuve en Miami, Nueva York, Holanda... Es grato comprobar cómo también en Europa tararean 'Dos gardenias'.

-Entonces, para nada fue un rescate de esta música tan popular. Sin embargo, usted ha declarado que este disco fue fruto de su necesidad de volver a sus raíces y de conocer una realidad que no había conocido...

-En efecto, no ha sido un rescate, sino una forma de dar continuidad a un legado de canciones ya eterno. Yo no viví esa música de los años cincuenta que sin embargo ha llegado a todos los cubanos por transmisión oral o por la radio. El rescate fue el mío propio. Después de otros trabajos me dio el arranque de hacer algo más cubano, de volver a mis raíces, de escuchar una trompeta o el tumbao.

-Vive en un «exilio musical», ¿se plantea volver algún día a Cuba?

-Estoy muy tranquila aquí. Viajo mucho a EEUU y por Europa. Me vetaron en Cuba por hacer el tema principal de la película 'Balseros', un tema con el que no me metía para nada en política... Me prohibieron la entrada pero no puedo vivir en un eterno dolor. A Cuba siempre le llevo conmigo con mucho respeto.

-Dice que en ese tema no se metió en política, pero sus letras a menudo han ido acompañadas de la etiqueta de comprometida, ¿no es así?

-Mi obligación es dar un mensaje de positividad y alegría dentro de lo mal que podamos estar. ¿Comprometida? Pues sí, porque soy libre y ya sea con metáforas o de una forma más directa digo lo que pienso.

-Está muy bien lo de ser positivos pero, ¿no cree que también es hora ya de ponerse serios?

-Sí, hay que hacer algo para salir lo más rápido posible de la crisis económica y de la depresión social. Pero precisamente cuando las cosas se ponen más feas es cuando hay que hacernos más fuertes y sacar fuerza de donde sea. Si no quieres cantar, no cantes, si no quieres reír, no rías; pero haz algo por salir adelante. Yo soy madre y quiero lanzarle ese mensaje a mi hijo.

-¿Es ahora más que nunca la música un bálsamo para el ánimo?

-La gente pensará que lo estoy diciendo por mi interés, pero es que es así. Se necesita más programas musicales en televisión, más posibilidades para los artistas y el público. La cultura te da cultura, te evade y te da soluciones a los problemas.

-¿Todo es más fácil con 'Besitos de chocolate'?

-Bueno, como dice mi hijo, a veces te pueden amargar. Pero es bueno dar amor, palia muchos problemas. No intento dar verdades absolutas, pero yo entiendo que con simpatía, la armonía en la familia, la unidad y el buen humor todo es más fácil.