El arte, en cualquier lugar

El gaditano Ramón Olivares está triunfando como la Coca Cola. No elegimos este símil por casualidad, sino porque fue precisamente un concurso en Inglaterra de la famosa marca de refrescos, allá por 2008, el que le abrió las puertas a la internacionalización de su arte. Olivares, de 29 años, comenzó a experimentar con el uso de vectores a una edad muy temprana, construyendo originales collages que hoy conforman una rica producción en cuanto a diseño gráfico. Su trabajo se ha podido ver por las calles de Londres, pero otro certamen le ha hecho cruzar el Atlántico.

A partir del 30 de marzo, la Agora Gallery de Nueva York expone su muestra 'Anywhere', formando parte de una colectiva llamada 'Elements of Abstraction'. Este gran salto se debe a su victoria en el 'Battle of the Cities: USA challenge', otra convocatoria de una firma de recorrido mundial, Hugo Boss. Gracias a esto, su anuncio cuelga de los rascacielos de Manhattan. Y eso le llevó a que las galerías de Nueva York se fijaran en su original trabajo. 'Anywhere' es una serie caracterizada por símbolos orgánicos y rosetas teñidas con luces de neón que parecen de otra dimensión. «Es una serie que descubre la parte más íntima de mí. Está dotada de mucha simbología y filosofía; la simetría representa lo humano, el sueño, la esperanza...», contaba hace unos días Olivares, justo antes de viajar a Estados Unidos. Un recorrido de ida y vuelta, aunque ha firmado con la galería por un año.

Por eso y porque su prestigio aumenta a pasos agigantados, no es de extrañar que este joven gaditano se quede para hacer las Américas o, por qué no, conquistar el continente asiático, ya que también ha tenido varias propuestas provenientes de Japón. Aunque el diseñador tiene otra meta más cercana: seguir formándose. «Soy una persona muy constante, aunque estoy muy ilusionado con lo que estoy viviendo, nada más que pienso en estudiar. Soy muy humilde y solo me queda trabajar», cuenta.

Los comienzos

Los comienzos de Olivares, que se inspira en las diferentes culturas, la naturaleza, las líneas curvas y la simetría, fueron como los de cualquier otro apasionado del dibujo. Solo que llevado al arte digital. Empezó por su cuenta, vendiendo sus vectores y después de varios trabajos como diseñador en editoriales, le llovieron las ofertas. Solo ha expuesto una vez en Cádiz. Sus 'Sensaciones' se pudieron ver en el Hotel Spa Plaza. También se contempló su obra en el bar de copas Rockodromo, negocio para el que diseñó un mural. «Me apasiona lo digital, me gusta lo grande y con esa tecnología cualquier cosa puede cobrar vida a gran tamaño, explica el gaditano.

En su universo abstracto, cobran especial importancia los colores vivos, el contraste y sus particulares lunas. Trabajando a partir de fotografías y por medio de una base matemática, Olivares comienza con un lienzo negro y dibuja una matriz digital de curvas llenas de vivas y fantasmales figuras geométricas. Puro arte en la era digital que, por mala fortuna, no se aprecia tanto en ciudades como ésta. El sueño americano del joven gaditano está cada vez más cerca.