PINCHITO MORUNO

MANOLO PÉREZ

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No es una persona de esas muy conocidas en la ciudad. Siempre ha preferido estar en un segundo plano, sumergido en sus negocios, viajando mucho para aprender. Ha sido poco amigo de salir en papeles y televisiones.

Manolo Pérez es el propietario de Arteserrano. Reconozco que tengo una gran admiración por él, que es una de esas personas con las que cualquier conversación se convierte en una clase magistral sin que él se de cuenta.

Siempre ha tenido dos grandes armas que le han hecho triunfar en los proyectos que ha llevado a cabo: la intuición y el sentido común: saber darse cuenta de lo que quiere el cliente.casi ná.

Es una historia que mucha gente desconoce pero Manolo Pérez fue el primer empresario andaluz en abrir un supermecado. Fue, lo cuenta Julio Molina Font en su libro 'Más sobre la historia pequeña de Cádiz', en 1959, cuando el empresario gaditano puso en marcha El 13 en la calle García de Sola, donde ahora está un supermercado de la también empresa gaditana Super cerka. Manolo le puso ese nombre porque era el número 13 que se abría en España.

Nunca le he visto despacho. Siempre me he entrevistado con él en oficinas en las que compartía espacio con sus empleados. Las chaquetas las ha visto más bien poco y siempre le ha gustado bajar al tajo. En el supermercado se ocupaba personalmente de atender la charcutería y ahora en Arteserrano es habitual verlo los fines de semana ocupándose de tomar nota de las mesas reservadas.

Se dio cuenta perfectamente, el que tuvo la vista de fundar el primer supermecado de Cádiz, que aquellos negocios familiares tenían los días contados. Así que se fijó en uno de los locales emblemáticos de Cádiz, el restaurante que tenía Curro El Cojo en el Paseo Marítimo. Volvió a ser el pionero, vendió los supermercados cuando aún tenían valor y se atrevió a confiar en los productos de la Sierra de Cádiz que ya Curro había comenzado a introducir en la Bahía.

Fue de los primeros en contar en su carta con el queso de El Bosque, ahora premiado mundialmente y de los primeros que descubrió el cerdo ibérico. Ahora, Manolo ha sido de los pocos que ha creído firmemente en el Bicentenario. El único empresario que ha apostado de verdad y se ha gastado los duros para transformar su restaurante en una taberna del siglo XIX. Ha tenido eso que pomposamente se llama 'iniciativa privada'. En la provincia de Cádiz necesitamos muchos más Manolos Pérez.