Las trabajadoras se concentraron ayer de nuevo. :: JAVIER FERGÓ
Jerez

Casi 50 colegios públicos de Jerez dejarán de limpiarse desde el próximo día 16

La plantilla de Limasa se suma al resto de concesionarias y convoca una huelga en protesta por el impago de las nóminas

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Las trabajadoras de Limasa, la concesionaria del servicio de limpieza de colegios y dependencias municipales, ya ha agotado su paciencia y después de tres semanas de protestas, encierros nocturnos y concentraciones diarias ante la sede de su empresa han optado por la medida más radical para reclamar el pago de sus salarios: convocar la tan temida huelga.

La asamblea que las empleadas de esta empresa celebraron el pasado lunes acabó de caldear unos ánimos que ya estaban bastante alterados después de que el viernes día 3 la dirección de Limasa les comunicara de forma tajante que «no van a realizar más ingresos hasta que el Ayuntamiento no abone lo que debe, ya que argumentan que no tienen liquidez», explicaba ayer la presidenta del comité, Inmaculada Barea.

Así las cosas, la plantilla considera que no queda otro camino que el de convocar paros que, como ha cuantificado ya en otras ocasiones la Delegación provincial de Educación, afectarán nada menos que a 47 centros en los que estudian casi 15.000 alumnos, de los cuales unos 5.000 son de infantil.

Y lo peor es que en esta ocasión la huelga no solo parece inevitable tal como están las arcas municipales a estas alturas, sino que precisamente por eso puede alargarse de forma indefinida. Por el momento, la convocatoria que ya se ha registrado comprende entre los días 16 y 23 de febrero, aunque desde el comité de empresa de Limasa ya han alertado de que «esto es así de momento, pero veremos cómo evoluciona la situación».

La obligatoria cita en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) entre las dos partes en conflicto tendrá lugar el próximo día 15, pero parece poco probable que vaya a haber un acuerdo que impida los paros. En ese mismo encuentro se fijarán también los servicios mínimos que tendrán que cumplir las trabajadoras y que, pese a todo, será difícil que puedan evitar que esta huelga afecte al funcionamiento de los centros educativos.

A la espera de que llegue ese día, la plantilla de Limasa mantiene sus concentraciones diarias en la plaza Aladro, que los lunes, miércoles y viernes celebra de 10 a 12.30 de la mañana, mientras que los martes y los jueves se trasladan de 17 a 19 horas de la tarde.