López Gil: «El alcalde echó gasolina en vez de calmar el conflicto»

Ante todo pide disculpas por el «espectáculo tan lamentable» que se dio en el pasado pleno municipal, en el que toda la bancada del PSOE, acompañado por el portavoz de IU, Pedro Reyes, abandonó el salón de debate tras ser expulsado Fernando León. Tampoco excusa el comportamiento de su compañero de formación y asegura que no debió de dar esa respuesta, pero sí lo justifica porque el líder del Partido Socialista, Fernando López Gil, asegura no comprender la actitud que mantiene el equipo de Gobierno con la oposición. «No fue por un calentón del alcalde sino por una actitud marcada ante la oposición a la que parecen que quieren echar de todos los órganos municipales. El pleno era uno de los más moderados del último año, cuando Nieto realizó un discurso fuera de tono y exagerado y yo voy a un pleno a realizar propuestas y no a que me insulten».

Ha esperado una semana para poder realizar una valoración en frío de todo lo ocurrido y se sigue sorprendido de la falta de diálogo y consenso que evidencia el Gobierno liderado por el popular José Loaiza. «Dijo en su discurso de investidura que buscaría el consenso, pero hasta el momento no se ha puesto en contacto con nosotros. Es increíble que en seis meses el actual alcalde no se haya reunido con el representante mayoritario de la oposición para intentar llegar a acuerdos en diferentes temas. Solo busca la mayoría y en el pleno en vez de calmar los ánimos, lo único que hizo fue echar más gasolina. No dio otra opción».

Ya que desde el Gobierno local no se ha dado ningún paso para tratar lo ocurrido, el Partido Socialista registró ayer un escrito con varias peticiones para que fueran atendidas. En primer lugar, López Gil ha solicitado un encuentro con el regidor con la intención de abordar lo que ha sucedido en el pleno además del resto de temas de los que depende el desarrollo de San Fernando. Por otro lado, también han expuesto la necesidad de cambiar el reglamento de funcionamiento del pleno, algo que se acordó hace seis meses y de lo que todavía no se tiene ninguna noticia, para evitar precisamente que haya mociones que no conduzcan a ningún lado y se regulen además las intervenciones. Por último, el PSOE ofreció su voluntad de acuerdo y compromiso de diálogo para no realizar insultos ni que se eleve el tono. Es decir, que propone la creación de un código ético que sea firmado por todos lo grupos municipales y al que los concejales muestren su compromiso de cumplir.

«No puede ser que no atiendan a nuestra preguntas, sino que siempre respondan con cuatro líneas sin que nos digan lo que queremos saber. Tampoco es justo que nos echen de mesas como la del Comercio o que nos ataquen cada vez que nos preocupamos por un tema o realizamos una propuesta en las comisiones. Esto es el mundo al revés, somos la oposición la que tenemos que pedir al Gobierno que rebaje su crispación».