La plantilla de Limasa deja de limpiar los colegios porque «no se van a pagar los sueldos»

La consigna era elevar el tono de las protestas, pero sin dejar que la movilización de la plantilla de Limasa, la concesionaria del servicio de limpieza de colegios y dependencias municipales, afectara a los centros educativos. Así se aprobó el lunes en la asamblea de estos trabajadores que, no obstante, dejaron claro que «si la cosa se pone peor no descartamos retomar los paros».

Y esa situación ha llegado apenas 24 horas después, cuando un breve encuentro al mediodía a las puertas del Consistorio de la primera edil de Jerez, María José García-Pelayo, sirvió de mecha para incendiar si cabe un poco más los ya caldeados ánimos de esta plantilla que todavía no ha cobrado la nómina de octubre y que «está pasando verdaderos apuros, porque nuestros sueldos apenas llegan en algunos casos a los 800 euros», como recalcaba ayer la presidenta del comité, Inmaculada Barea.

Tal como explicó ayer la representante sindical de este colectivo, el golpe de timón que ha propiciado que desde ayer los colegios de Jerez hayan dejado de limpiarse es que «la alcaldesa nos dejó claro que por ahora no hay dinero para pagarnos los sueldos. Y lo peor es que encima nos recalcó que si todo estaba difícil ahora para el mes próximo aún estaba más complicado».

Esas palabras acabaron por crispar a las trabajadoras que sobre la marcha decidieron dejar de prestar su servicio, lo que significa que como ya ocurriera hace varias semanas nada menos que 14.910 alumnos de los centros educativos verán con el paso de los días cómo las instalaciones acumulan suciedad sin que se ponga remedio.

No en vano, como ya contabilizó en su momento la Delegación de Educación, los colegios que diariamente son adecentados por estas empleadas suman un total de 47 centros en los que estudian casi 15.000 alumnos, de los cuales unos 5.000 son de infantil.

La protesta de esta plantilla no quedará ahí, ya que en su afán por radicalizar la movilización y llamar la atención sobre su situación las empleadas de Limasa han decidido acampar a las puertas del Consistorio, donde ya han pasado una primera noche y de donde han dejado muy claro que no se moverán hasta que lleguen las nóminas.

«Hemos dado mucho margen, y al decidir no dejar de limpiar le estábamos dando un voto de confianza al gobierno local para que solucionara la situación, pero esto ya no se puede aguantar más y esta vez lo tenemos muy claro: hasta que no cobremos no vamos a levantar el campamento a las puertas del Ayuntamiento», finalizó ayer la presidenta del comité de empresa de la concesionaria.