Colocando chinos en el emblemático escudo de la plaza del Arenal. :: IMÁGENES CEDIDAS POR RAFAEL PLAZA
MIS FAMILIAS PREFERIDAS... PEDRO PACHECO

El alcalde que transformó Jerez

Durante 24 años como regidor se afanó en convertirla en una ciudad moderna y turística

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Cuando hace cuatro años perfilábamos esta serie sobre las familias de Jerez, escrutábamos en la memoria los apellidos que con el paso del tiempo y el correr del abecedario tendríamos que ir describiendo. Es lógico que los primeros que nos aparecieran fueran los de nuestros mandatarios y que en el primer puesto de la letra 'P' estuviera situado Pedro Pacheco.

Recordamos cómo por entonces gesticulamos para nuestros adentros con cierta preocupación y arrobo: ¿seríamos capaces de redactar en la doble página de LA VOZ la vida del exalcalde de Jerez? Condensar la existencia de un personaje no es tarea fácil, pero hacerlo de Pedro es, además de ardua, imposible.

Aquí hemos traído a historiadores, escritores, poetas, científicos, pintores... y, con mayor o menor dificultad, sus vidas han sido descritas de forma ordenada o siguiendo una cronología, pero ¿quién puede hacer esto con Pedro Pacheco? Necesitaríamos, primero, convertirnos en su biógrafo y, después, escribir todo un compendio.

Obvia decir que 24 años como alcalde de Jerez dan para mucho, debiendo de contarse por miles los actos, representaciones, inauguraciones, plenos, mítines, ferias, fiestas a las que ha asistido como primera autoridad. De ahí la dificultad que encierra escribir de él sin omitir decenas de actos, la mayoría, trascendentes para nuestra ciudad. No obstante, haremos una breve sinopsis de su vida.

Nació en Jerez el 31 de marzo de 1949. Se inició en los estudios en el colegio público Miguel de Cervantes y el bachillerato en el instituto Padre Luis Coloma. Al acabar, decidió hacerse abogado, carrera que cursó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla.

Tras hacer unos años de prácticas, como abogado pasante en un bufete de Jerez, ingresó en el gabinete jurídico de la por entonces Caja de Ahorros de Jerez. Había cumplido Pedro los 25 años y en su interior bullían dos vocaciones, una era la deportiva y otra la política.

Fue una de las primeras personas que hicieron deporte en Jerez; corría por nuestras calles y frecuentaba el gimnasio, donde hacía todo tipo de ejercicios para fortalecerse y estar en forma. En lo referente a la política, recuerdo cómo por la noche, al salir del gimnasio, lo esperaban algunos amigos con los que se marchaba a los pueblos y pedanías a hacer política en tiempo de clandestinidad. Su vocación política le llevó a irse incorporando al grupo Alianza Socialista de Andalucía, que defendía la autonomía andaluza y de donde más tarde saldría el Partido Socialista Andaluz (PSA).

En el año 1979 comienza Pedro una fulgurante carrera política. Con apenas 29 años fue elegido primer alcalde democrático de Jerez, permaneciendo -tras sucesivas reelecciones- hasta el año 2004 y posteriormente como primer teniente de alcalde en las áreas de Política Territorial y Urbanismo.

Fue fundador y secretario general del PSA, pues siempre tuvo una profunda confianza en Andalucía como la fuente de riqueza que siempre fue, habiendo trabajado intensamente para potenciarla y hacer que su sociedad fuera más justa, equitativa y participativa.

Desde el año 1982 hasta 1989 y desde 1990 a 2003, Pedro Pacheco fue diputado autonómico y europarlamentario, debido a lo cual los andalucistas obtuvieron los mejores resultados de su historia con diez diputados en el Parlamento andaluz. En la cuarta y quinta legislatura fue portavoz del Grupo Parlamentario Andalucista y en la última de ellas, presidente de la Comisión para su Desarrollo Estatutario.

Su sueño

Ahora, al consultar las hemerotecas, libros, entrevistas y hasta un pequeño panfleto sobre su vida, suele repetirse sobre que su sueño era transformar Jerez en una ciudad moderna, una ciudad que, sin perder sus raíces y la base de su industria agroalimentaria, apostara y trabajara en pos de su desarrollo turístico, que es una de las bases más fuertes de Andalucía.

Suele decir que cuando ocupó por primera vez la jamuga de la alcaldía se encontró con una ciudad amenazada por la drástica reconversión de su industria vitivinícola, un equipo municipal obsoleto y hostil a cualquier tipo de cambio y una inexistente presencia de las clases medias en los ámbitos de decisión. Atado al pasado, Jerez se encontraba en una situación precaria y a su vez inamovible. La única salida era tratar de transformar su tejido socio-económico, de dotarla de unos servicios básicos y mejor infraestructura, pero, sobre todo, de crear un discurso de ciudad moderna dispuesta a afrontar remozada la inminente llegada del siglo XXI.

Para ello, Jerez debía de apostar por desarrollar el sector turístico, potenciando los símbolos tradicionales: el vino, el caballo, el flamenco... que, junto al circuito de velocidad, eran y son todavía valores por explotar, futuro por tanto de Jerez y Andalucía. En pos de esa proyección organizó los Juegos Ecuestres Mundiales de 2002, con los que, a través del mundo del caballo, consiguió una mayor presencia de nuestra ciudad a nivel internacional.

Con Pedro Pacheco se podrá estar de acuerdo o no con sus ideales políticos, pero lo que no se puede es dudar de su capacidad de trabajo, las ilusiones que siempre puso en Jerez y su fuerte personalidad, carisma y liderazgo.

Los que hemos seguido su carrera política o como simples ciudadanos de a pie hoy echamos la vista atrás no podemos dejar de reconocer el cambio experimentado por nuestra ciudad. Si nuestra memoria fotográfica es capaz de hacer un reportaje retrospectivo comparando el antes y el después, serán innumerables las imágenes de los cambios que aparecerán en nuestra 'moviola', haciéndonos meditar en ese sentido, con lo que llegaremos a la conclusión de que, efectivamente, con Pedro Pacheco Jerez experimentó los cambios más grandes de su historia.

Como es sabido, en el relato que hacemos de los personajes jerezanos que distinguimos en estas páginas no es de nuestro gusto describir los dislates y desaciertos en los que hayan podido incurrir, menos aún airear trapos sucios. ¡Errores! ¿Quién no los ha cometido o equivocado alguna vez? Aquí estamos para contar las buenas intenciones, los logros y los progresos obtenidos por nuestros protagonistas y que han redundado en beneficio de nuestra ciudad.

Proyectos

Ideas tuvo para dar y regalar y seguro que aún tiene las mejores, lo que pasa es que para llevarlas a cabo hace falta mucho dinero...

Si nos detenemos a recordar alguna de ellas llegaremos a la conclusión que todas tenían como fin dar a conocer y promocionar a Jerez en el mundo: Sherry World, nuestra presencia en la Expo del 92 y el ya nombrado circuito de velocidad, uno de los mejores del mundo, cuya importancia y trascendencia deportiva ha repercutido en ámbitos a los que jamás hubiera tenido acceso Jerez, a no ser por las celebraciones en él de premios mundiales de motociclismo y Fórmula Uno.

En el terreno del urbanismo -también citado anteriormente- Jerez ha sido pionero, de cuya gestión y oficinas han copiado otras ciudades e instituciones, viniendo a visitarnos, pidiendo a nuestros servicios los modelos de gestión para aplicarlos en sus administraciones. Porque, cuando Jerez ya iba por su segundo Plan de Ordenación Urbana, otras ciudades de nuestra provincia todavía no habían comenzado a gestionar ninguna de éstas áreas.

Por ejemplo, no ha sido hasta varios años después que estos pueblos y ciudades han reconocido las ventajas que aportaban las célebres pero cómodas y económicas rotondas, las que la sorna popular decía que Pedro Pacheco también había instalado una en el distribuidor de su cocina. Al remitirnos a las hemerotecas hemos ido descubriendo decenas de gestiones hechas por y para Jerez, la mayoría encaminadas a darle impulso y notoriedad a nuestra ciudad. Entre ellas podemos reseñar la Semana Santa, la Feria del Caballo, el flamenco, las grandes competiciones llevadas a cabo en el circuito de velocidad...

Maratoniano

Los corredores de fondo son atletas de gran tenacidad, no digamos los de maratón, pues durante los 42 kilómetros sufren grandes bajones, físicos y psicológicos, les suele ocurrir a los 20 kilómetros, a los 30... etapas que si logran superar saben que llegarán a completar la totalidad. La práctica del atletismo de fondo genera en los atletas una voluntad inquebrantable, pues los curte ante el dolor, desarrollando en ellos un enorme espíritu de lucha y sacrificio, capacidades que si más tarde aplican en su vida laboral o profesional el éxito no se deja esperar cualquiera que sea la profesión.

A nuestro protagonista de esta semana la práctica de las grandes distancias le ha servido y generado un particular marchamo haciéndolo un político de singulares características o, como el mismo dice, «en política soy un corredor de fondo». No en vano, Pedro Pacheco ha corrido diez maratones de Nueva York, así como varios más en Madrid, Sevilla, Boston, Londres...

Pero también es un hombre sensible y culto, empedernido lector, bibliófilo y coleccionista de estilográficas, buen gourmet y degustador de nuestros vinos, así como de otros marcos y denominaciones de origen.

Aunque amante seguidor de las corrientes políticas que conducen al mundo y de los partidos políticos que nos gobiernan, hoy se encuentra disfrutando de un merecido descanso en su vida laboral, que no en su vida política, a la que dedica gran parte del día; sobre todo a la observación de su ciudad a la que conoce a la perfección: sus virtudes, sus defectos, sus necesidades, sus carencias, como también su inigualable potencial.

Pedro Pacheco Herrera está casado con Isabel Donaire Torres, de cuyo matrimonio han tenido dos hijos, Mauricio y Delia: ingeniero y arquitecta respectivamente.