CÁDIZ

Científicos de la UCA inventan un producto que se autolimpia

El equipo ha firmado acuerdos con empresas dedicadas a materiales de la construcción para explotar sus ideas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Para cualquier lego en nanotecnología (algo presumible, al menos, en este periodista), podría parecer magia o algo casi milagroso. Pero es ciencia. Ciencia patentada: se trata de un producto pensado para aplicar en rocas y materiales de construcción que se autolimpia con los rayos del sol. El invento 'milagroso' ha sido desarrollado por un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz, liderado por la científico María Jesús Mosquera, que son expertos no solo en nanomateriales, sino también en patentes. No en vano, en los últimos años han presentado ante el Ministerio de Industria tres ideas más, tan innovadoras como el material autolimpiable, y que además, han empezado a tener éxito en el mercado.

El producto 'repelente de manchas', según explica Mosquera resumiéndolo mucho, se basa en «unos componentes de titanio que tienen un efecto catalítico, y que hacen que cualquier mancha se limpie sola». Aunque la directora del grupo de investigación habla con mucha modestia, sabe que las suyas son ideas revolucionarias y pioneras: «Estamos abriendo un camino, porque equipos de investigación de este tipo, basados en la síntesis de nanomateriales, apenas existen».

Su último invento tiene mucho que ver con los anteriores, ya patentados por el mismo grupo. Una versión 2.0 de unas ideas que ya supusieron una revolución y una genialidad: en 2008, el mismo equipo patentó un producto que «consolida» rocas y mejora su resistencia, y que fue ideado, en un principio, para aplicarse en monumentos deteriorados. Sin embargo, el material pronto atrajo a empresas del sector de la construcción y las rocas comerciales, como Tinostone (de Macael), la famosa fabricante Compaq, que lo aplica ya sobre sus famosas encimeras de cocina, o Acciona, que ha firmado también un acuerdo para su uso. Aquel invento comenzó a dar sus réditos económicos y el equipo los aprovechó para seguir investigando. «El propietario de la patente es la UCA», explica Mosquera, «pero el dinero repercute en el grupo de investigación». El siguiente paso evolutivo del grupo fue crear otro producto que además de «consolidar» la piedra, la impermeabilizaba sin alterar sus cualidades, y así evitaba que el agua, la lluvia ácida, el salitre o cualquier microorganismos (los mayores enemigos de las piedras) provoquen daños en ella. Ahora, como vuelta de tuerca, han creado un producto que realiza, en uno, las tres funciones descubiertas hasta ahora.

El desarrollo económico de tales genialidades no solo ha venido de fuera: de empresas que pagan 'royalties' por utilizar sus creaciones. El grupo de investigación ya planea crear su propia empresa (una 'spin off', se llaman, como las series televisivas) que les permitirá utilizar los inventos para lo que fueron ideados en un principio: el mantenimiento y conservación de monumentos históricos degradados.