Jerez

La fiesta de los jóvenes tomó Chapín

Hoy tendrá lugar en el estadio municipal la eucaristía de envío de peregrinos a MadridEl fondo de Chapín se quedó pequeño para acoger a las personas llegadas a la diócesis para vivir la JMJ

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Jerez ha dado un salto de calidad. Se ha colocado entre las diócesis que tienen algo que decir en el conjunto de las diócesis españolas. Se ha colado, sin hacer demasiado ruido, en el elenco de diócesis que viven amparadas bajo el techo de las grandes, pero sin complejos, sin miedos. Ayer, la vigilia de oración preparatoria para las Jornadas Mundiales de la Juventud en el estadio municipal de Chapín fue una nueva prueba de que, cuando Jerez quiere, Jerez puede. Puede ser una diócesis de referencia, puede ser una diócesis espejo para otras, puede ser una diócesis ejemplo de muchas cosas para otras que le ganan en habitantes, antigüedad o posibilidades económicas. Y todo ello, en el mismo día que su diócesis hermana, Cádiz, ponía en las calles un víacrucis itinerante con catorce pasos de la diócesis, convirtiendo la provincia gaditana en el epicentro de las vísperas de la JMJ en la capital de España. Jerez ha sido la casa durante una semana de peregrinos venidos de Estonia, Georgia, Lituania, Francia, Colombia, Argentina Guatemala y El Salvador. Cerca de dos mil peregrinos que han hecho escala en nuestra ciudad antes de partir hacia Madrid para encontrarse con el papa en unas jornadas que esperan reunir en la capital de España a dos millones de jóvenes.

Esa es la explicación de la estancia en diferentes ciudades españolas de peregrinos. Recomendado por el Vaticano, los jóvenes de otros países que acuden a este evento hacen una parada previa en otras diócesis, para así poder coordinar la llegada de todos los jóvenes a la ciudad que es sede sin colapsar sus accesos, así como para facilitar el conocimiento de la cultura del país que es sede de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

La vigilia de oración

Ayer tuvo lugar en Chapín la vigilia de oración, primero de los eventos que tendrán lugar en el estadio municipal y principal atractivo para los miles de peregrinos que actualmente están en nuestra ciudad. Presidido por el prelado de la diócesis, monseñor Mazuelos, el encuentro ha servido para dar a conocer la realidad de nuestra diócesis, así como para conocer las culturas de los que han estado alojados en familias y complejos deportivos estos días.

De hecho, cerca de 900 familias de toda la diócesis asidonense han dado techo y comida a los peregrinos, y cerca de 200 voluntarios ha ejercido de guías turísticos, acompañantes ocasionales, acomodadores y cualquier otra función que han necesitado estos jóvenes para que se sientan como en su propia casa.

Toda esta cercanía se puso ayer de manifiesto en la vigilia, que comenzó a las nueve y media de la noche en el fondo de un estadio Chapín y sumó varios miles de personas entre los participantes sobre el césped y las gradas. El acto, que comenzó con unas palabras de José Mazuelos dando la bienvenida a todos los peregrinos, contó con actuaciones musicales, testimonios, oración y adoración de la cruz, así como una intensa presencia de Cristo en el sagrario custodiado por monjas de clausura durante toda la duración de la vigilia de oración.

La cultura popular fue el primer elemento que se puso de manifiesto en el acto. La cantaora flamenca Ana Gómez fue la encargada de abrir el acto para dar paso a un testimonio de un peregrino colombiano, que contó con el apoyo audiovisual de la rica religiosidad sudamericana. La Virgen María, gran apoyo del pontificado de Juan Pablo II, tuvo su protagonismo gracias a la intervención del coro Al Alba y del audiovisual sobre el Rocío que se proyectó en el escenario del estadio municipal. La cruz, la gran protegida de esta vigilia, fue el siguiente paso de esta vigilia de oración. Se hizo un repaso sobre el paso de la cruz de los jóvenes por la diócesis, y se ubicó en el escenario para presidir la parte final de la vigilia que estuvo centrada en la adoración al Santísimo Sacramento del Altar, junto con la homilía del obispo diocesano.

Un acto coral que intentó mostrar la realidad de esta diócesis a los peregrinos, y en el que los jerezanos pudimos comprender cómo se vive la fe en otros lugares del mundo. Una vigilia que fue el plato fuerte de la estancia de los peregrinos en Jerez, y que ya esperan la eucaristía de envío a Madrid que tendrá lugar hoy, a partir de las nueve y media de la noche.