Las protestas han sido la imagen de los últimos tiempos. :: L. V.
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Adiós a medio siglo de enseñanza

La institución jerezana, pionera en la provincia, ha pasado de tener 2.400 alumnos a echar el cierre por falta de viabilidad La Escuela de Relaciones Laborales afronta su último año haciendo memoria

JEREZ. Actualizado: Guardar
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De pioneros en la provincia a rescoldo de lo que fueron. La Escuela de Relaciones Laborales, Trabajo Social y Turismo de Jerez afronta su último curso académico recordando épocas en las que superaban los 2.300 alumnos y hasta 180 personas se encargaban del funcionamiento del centro. Ahora, en plena retirada, apenas cuentan con 648 estudiantes entre las sedes de Jerez y Algeciras y las dos ciudades se preparan para la despedida.

Cerrar la escuela adscrita, fundada por la antigua Caja de Ahorros de Jerez y ahora mantenida por la Obra Social de Cajasol, «es echar más lastre a la sociedad» por la pérdida de empleos que supone, asegura su actual gerente, Salvador Quintana. En el aspecto académico, dice, no es tan grave puesto que «los estudios los oferta ya la Universidad de Cádiz en el Campus de La Asunción». Esto, en el caso de Jerez pero en Algeciras sí que habrá una merma de la oferta académica. El centro «ha sido un baluarte educativo muy importante en la ciudad y durante muchos años fue el centro universitario de referencia de la UCA», apuntó el responsable. Gracias a la posibilidad de acudir a clase en distintos turnos «muchos profesionales en ejercicio de la provincia podían seguir sus estudios».

La diputada Mamen Sánchez, el economista Juan Salido y el concejal Antonio Real han estudiado en la escuela jerezana, así como la inmensa mayoría de los profesionales que hoy ocupan cargos de responsabilidad en el sector turístico en Jerez y alrededores, como es el caso de muchos directores de grandes hoteles. El centro comenzó su andadura en 1968 ante la acuciante necesidad de estudios superiores en la zona y su primera sede oficial fue en la plaza de la Compañía (donde más tarde se instaló el Serjil). Al principio estaba adscrita a la Universidad de Granada, desde donde venían los profesores a examinar a los estudiantes. Debido al creciente número de alumnos y ya con el concierto con la UCA, la escuela se trasladó a principios de los 90 a la antigua bodega Díez Mérito, cedida por el Ayuntamiento de Jerez para la actividad universitaria. La última mudanza fue en 2005, cuando la Facultad de Derecho se marchó al nuevo Campus y el centro adscrito ocupó sus instalaciones de la avenida León de Carranza.

Ni sombra de lo que fue

Ahora el centro universitario agoniza pero no hace tanto tiempo que lo visitaban ministros, que contaba con dos grupos de investigación muy activos (solo queda uno) y que recibía premios de excelencia educativa. «Fuimos la primera escuela de España que se sometió a una evaluación de calidad», recordó Quintana. Entre los docentes «hemos tenido a magistrados del Tribunal Supremo y a jueces» y entre los que durante más tiempo dirigieron la escuela está Rafael Padilla, catedrático de Derecho Mercantil y expresidente del Consejo Económico y Social. La impartición de Técnico en Empresas y Actividades Turísticas (que luego derivó en la Diplomatura en Turismo) fue un revulsivo para Jerez, a donde acudían estudiantes de toda la provincia atraídos por una titulación de moda.

Pero llegó el año 2000 con las primeras noticias del Espacio Europeo de Educación Superior y la conversión de las tradicionales carreras universitarias en grados pasó de largo de la Escuela Adscrita, por más que sus trabajadores insistieran una y otra vez en la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos. La dejadez de los propietarios empezó a ser evidente en la falta de renovación de la tecnología y el consiguiente descenso de alumnos empezó a presagiar el triste final. La puntilla llegó de la mano de la UCA, que empezó a ofertar los mismos estudios en el Campus de La Asunción: primero fue Turismo y luego, Trabajo Social.

Este último curso ha estado protagonizado por la plantilla de trabajadores, que ya llevaba años advirtiendo de que «Cajasol está dejando morir la escuela». Sus protestas se han hecho visibles por toda la ciudad, han viajado a Sevilla en varias ocasiones, han recabado apoyos de todos los sectores de la sociedad y ha agotado todos los recursos posibles para evitar engrosar las listas del paro, pero el punto y final de casi 50 años de enseñanza en Jerez llegaba a principios de julio, con el anuncio de la entidad bancaria de que el cierre se produciría definitivamente en septiembre de 2012. Los malos augurios se cumplieron finalmente.