Los fondos desviados de los planes estatales se utilizaron para pagar nóminas

La sospecha era clara, sobre todo porque el principal problema al que se tuvo que enfrentar el anterior gobierno local presidido por Pilar Sánchez durante su última etapa fue el mismo al que tiene que hacer frente ahora el de María José García-Pelayo: la falta de liquidez para poder abonar las nóminas de la plantilla municipal.

Y ahora se ha confirmado que fue precisamente ése el uso que le dieron los anteriores dirigentes del Ayuntamiento de Jerez a una parte de los fondos procedentes de programas como los Planes E (los planes anticrisis de Zapatero) que ya no está en la cuenta restringida en la que los ingresó el Ministerio de Política Territorial, una cuestión que denunció la pasada semana la actual regidora.

Según han reconocido fuentes del anterior ejecutivo a este medio, en diversas ocasiones se traspasó parte del dinero que permanecía ingresado en una entidad bancaria como parte de las ayudas de la convocatoria de 2010 para el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad a otras cuentas que utilizaba el Ayuntamiento para el pago de las nóminas a la plantilla.

Estas mismas fuentes explican que se utilizó este procedimiento tanto a finales de 2010 como en el primer semestre de 2011, y que la intención fue en todo momento reponer el dinero una vez que hubiera liquidez, con el objetivo de que se le diera el uso que tenía previsto, es decir, los 37 proyectos de los Planes E para la anualidad 2010.

El problema es que la situación económica no mejoró para las arcas municipales -e incluso empeoró-, solo se pudo reponer una mínima parte de lo utilizado, llegó el momento de las elecciones y posteriormente del cambio de gobierno, y en las cuentas seguían faltando varios millones de euros.

La cifra del posible descubierto que se ha barajado es de algo más de cinco millones de euros, una cantidad sobre la que se preguntó ayer directamente a la actual alcaldesa de Jerez, que no quiso hilar tan fino, aunque sí dejó claro que «se trata de cantidades importantes».

Hay que recordar que el Ministerio de Política Territorial presupuestó para el Ayuntamiento de Jerez en esta segunda convocatoria de sus planes anticrisis un total de 22 millones de euros, que debían tener una inversión mínima en obras de casi 18 millones de euros, y un gasto social que podría llegar a los 4,5 millones de euros.

Tal como demuestra la actitud de García-Pelayo, desde el actual ejecutivo siguen mostrando prudencia al respecto. De hecho, la primera edil no habló ayer de desvíos de dinero, sino que siguió calificando este asunto como «desfases de tesorería» que su equipo continúa investigando y cuya envergadura total aún no se conoce.

En palabras de la regidora jerezana, «por el momento solo sabemos que se ha detectado un desfase de tesorería, y no nos planteamos otro tipo de cuestiones». Y es que, como hizo hincapié ayer, la principal cuestión para ellos es en estos momentos averiguar si hay más situaciones como la antes descrita con otro tipo de fondos, «a dónde ha ido el dinero» y, lo más importante, «cómo se va a reintegrar lo que se ha gastado mal».

Según García-Pelayo, lo que se abre con esta situación «es un frente más» en los problemas que tiene el Ayuntamiento, que ni siquiera «tiene fondos para el día a día».

La alcaldesa también adelantó que esta misma semana el primer teniente de alcaldesa, Antonio Saldaña, podrá dar más datos de esta investigación que está realizando el equipo del delegado de Economía, Enrique Espinosa. También se podrán conocer entonces los próximos pasos a dar al respecto.

No en vano, ya cuando la semana pasada dieron a conocer desde el ejecutivo estos «desfases de tesorería» y la desaparición de estos fondos de carácter finalista se habló de que cuando el informe esté terminando se dará cuenta de él a la Fiscalía Anticorrupción.