Enfilados hacia la división de bronce

Prueba superada. Un brillante conjunto isleño goleó al Loja (4-0) y ya solo tendrá que superar una ronda para ser equipo de Segunda B.

Salió el San Fernando a por todas en los primeros compases. No era para menos, ya que un gol posibilitaba la presencia de los azulinos en la eliminatoria decisiva de ascenso a Segunda B. Y así llegó la primera ocasión del partido: Rodiel enganchó un lanzamiento en la frontal que salió fuera por poco. Era el primer aviso de los hombres de Antonio Iriondo y Bahía Sur, que presentaba una bella estampa en sus gradas, rugía todavía más.

Ahí comenzó el asedio de un equipo local que lo intentó posteriormente con disparos de Rodiel (que seguía muy participativo) y Canito. Especialmente peligrosa fue una acción de este último, que no acertó a batir en un mano a mano al guardameta Avilés. Seguidamente, el rechace del omnipresente Rodiel fue despejado por la retaguardia lojeña, muy segura en estos primeros compases del duelo.

Con el transcurso de los minutos, y acuciado por el calor reinante, el San Fernando bajó la intensidad y las ocasiones empezaron a escasear. Solo las apariciones de Castillo por la banda derecha ponían en algunos apuros a un Loja batallador, pero sin mordiente en los últimos metros. Y es que, las dimensiones del terreno de juego pesaban en una escuadra granadina que, aunque realizaba un buen partido en el aspecto defensvio, no llegaba con claridad al área de David Zamora.

Y justo cuando parecía que todo acabaría así en los primeros 45 minutos, Roberto Rodiel enganchó un impresionante lanzamiento desde unos 30 metros que se alojó en las mallas de la meta defendida por Avilés. Gol antológico. El delirio se apoderaba del coliseo isleño y no era para menos.

Pero no acabaron ahí las buenas noticias para el San Fernando. En el tiempo de prolongación de la primera mitad, Iván Guerrero recibía una absurda entrada del visitante Ramón Párraga por detrás. Fue en una jugada sin peligro, en la banda derecha de la medular del rectángulo de juego, y el colegiado no dudó en señalar una justa cartulina roja. El camino estaba despejado.

Apuesta por la sentencia

Calmados los ánimos y al regreso de los vestuarios, Iriondo optó por dar entrada en el césped a Sergio Beato en lugar de Canito, que había padecido molestias físicas durante la semana. Los locales querían amarrar el partido. La apuesta estaba clara.

En estos primeros compases se aproximó con cierto peligro el equipo de La Isla hacia las inmediaciones del meta Avilés, pero los intentos azulinos se marcharon algo desviados. En una de esas acciones, Roberto Rodiel enganchó un gran disparo tras recoger un rechace desde la frontal, pero su lanzamiento salió rozando la cepa del poste.

Poco después, el Loja adelantó sus líneas en busca de un gol que le colocara en la siguiente fase, al tiempo que el San Fernando intentaba matar el partido a la contra. Fue entonces cuando llegó la sentencia. Corría el minuto 67 y Beato, que se internaba por la banda izquierda, ponía el cuero en las botas de Pedro Carrión. Para seguir con la fiesta, Sergio Beato definía a la perfección ante Avilés tres minutos más tarde. Misión cumplida.

La puntilla llegó con el cuarto, obra de Pedro Carrión, en el 77'. Bahía Sur vibró de lo lindo en un final apoteósico. La Segunda B está más cerca.