Las piedras como recurso turístico y cultural

Si el Doce es una oportunidad para la expansión del desarrollo del patrimonio arqueológico, habrá que comprobarlo muchos años después de esa fecha. Porque si algo quedó claro anoche en la tertulia arqueológica del Ateneo gaditano, fue el hecho de que Cádiz tiene potencial suficiente para que su historia y su cultura le sirvan de motor económico y turístico, pero que tiene a su vez que soportar pesados lastres. El primero es su fisionomía, la incapacidad de 'levantar' sus yacimientos respetando o favoreciendo el desarrollo urbanístico. El segundo, la desconexión entre administraciones, amparadas en cortos presupuestos y la tercera, la falta de implicación ciudadana, tal vez por culpa de falta de difusión. Rita Benítez Mota, arqueóloga y directora del Laboratorio de Arqueología ERA; María del Carmen Sánchez, directora del CAS; Ana Troya, arqueóloga de Cultura; Ángel Muñoz, arqueólogo y ateneísta y Germán Garbarino, gerente de la Casa del Obispo de Cádiz, participaron en este debate que dejó la sensación de que aún resta mucho por hacer en materia de difusión de patrimonio.

Ángel Muñoz destacó que para el año del Bicentenario solo está previsto el proyecto del Teatro Romano de Cádiz, el más antiguo de Hispania, pero que otros buques insignias de la arqueología provincial, el yacimiento fenicio del Teatro Cómico, no estará ni de lejos para la efemérides. Y mientras se encarrilan esto planes, hay otros enclaves o bien destruidos, como reflexionaron varios de los asistentes a la tertulia, u olvidados por los entes públicos. Garbarino lamentó que el Ayuntamiento municipal haya hecho caso omiso a su proyecto de mostrar las entrañas de la ciudad, en lo que podrían ser los restos de las cloacas romanas.

Por su parte, Ángel Muñoz subrayó que otro de los grandes problemas que se le plantean a Cádiz es un hilo que conecte todos los planes de difusión patrimonial. Sin una museografía común, una cartelería única o sin bonos que permitan la entrada a diferentes recintos, la Cádiz del Doce no podrá asemejarse a otras grandes ciudades españolas y, sobre todo, europeas. Rita Benítez replicó con su experiencia. Hace dos años lideró la ruta del Gades Romano que dejó en lista de espera a más de 300 personas. Gusta pues y se reclama mayor oferta de patrimonio puesto en valor, pero ni la coyuntura actual ni la puesta en común de Junta, Ayuntamientos y Diputación, deja más margen.