Los pasajeros pudieron, al final, embarcar hacia sus destinos desde La Parra. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

El Aeropuerto de Jerez recupera la normalidad tras 40 horas sin vuelos

Las doce conexiones previstas operaron ayer con algunos retrasos en contraste con el caos de la jornada anterior

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El Aeropuerto de Jerez se despertó ayer todavía con resaca de la pesadilla causada por el conflicto de los controladores en toda España. Los doce vuelos previstos en las instalaciones de La Parra operaron ayer con normalidad y la tranquilidad fue la nota dominante en un aeródromo que amanecía semivacío. Hay que tener en cuenta que la actividad no suele ser ya muy intensa en el segundo día de un puente festivo como el presente.

Al filo de las 9.30 horas salía el primer vuelo de la compañía Iberia con destino Madrid. Esta aerolínea, como es sabido, no realizó ninguna operación el día anterior, lo que ha ocasionado que muchos viajeros hayan decidido recuperar su dinero o bien que lleguen a sus destinos con un importante retraso. Iberia realizó varios enlaces más ayer a lo largo del día, al igual que Ryanair, que voló hacia la capital española tras la cancelación del día anterior.

En el caso de Air Berlin, que transportó a sus pasajeros a Palma de Mallorca, se trata de la única compañía que el sábado realizó un vuelo (sobre las 20 horas), aunque con bastante retraso.

En la jornada de ayer, además, tuvieron lugar algunos retrasos, aunque no importantes, señalaron a este medio fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

Lo ocurrido en el aeródromo jerezano fue un reflejo del resto de aeropuertos andaluces. El aeropuerto malagueño -el mayor de Andalucía- había operado hasta las 17.00 horas 112 vuelos de un total de 211 programados; el de Sevilla 46 de 105 programados; el de Almería 11 de 21; el de Granada 8 de 14; y el de Jerez 3 de los 12 citados.

Hay que tener en cuenta que la gran mayoría del total de trabajadores se incorporaron ayer a sus puestos en los principales centros de control del país.

En La Parra, todos los operarios ocupaban sus puestos, después de que el sábado uno de los controladores del turno de mañana se diera de baja. Cabe destacar también la presencia de dos coroneles que acudieron también ese día a las instalaciones de La Parra, en línea con la presencia militar desplegada en los aeropuertos de toda España.

Quejas y reclamaciones

La estampa de ayer era bien distinta, con el aeródromo con muy pocos pasajeros esperando para facturar o bien para embarcar. La única oficina que permanecía abierta por la mañana era la de Iberia, donde una pequeña fila de personas aguardaba su turno para reclamar, anular el billete o entrar en uno de los vuelos de salida.

En uno de los mostradores de facturación, Jesús Molina y Juan Ortega esperaban para desplazarse a la capital española, donde enlazarían con Munich. En su caso, el conflicto de controladores ha pasado prácticamente desapercibido, ya que tenían previsto viajar el domingo. «Somos de Cádiz y trabajamos en la aeronática, así que vamos a Munich para hacer reparaciones en uno de los aviones», señalaron.

Distinto era el caso de quienes esperaban para partir a sus destinos con uno o dos días de retraso; o quienes intentaban ser reubicados en algunos aviones.

Las quejas eran las mismas del día anterior: «La falta de información ha sido total y no nos han tratado bien», denunciaban algunos viajeros ya hartos de una situación extenuante.

Hay que tener en cuenta que el aeropuerto ha estado prácticamente 40 horas sin vuelos, ya que las primeras operaciones se cancelaron en la tarde del viernes. Muchos de los usuarios han tenido que pasar gran parte de este tiempo en La Parra, por lo que el cansancio ha hecho estragos.

Ayer se daban cita quienes debían estar en sus casas o en sus destinos de vacaciones desde hacía uno o dos noches. Más de uno ha tenido que soportar dos madrugones seguidos. Especialmente tediosa fue en este sentido la jornada del sábado, donde muchos pasajeros aguantaron en el aeropuerto desde las cinco de la mañana, para escuchar numerosos retrasos y finalmente una cancelación.

Aunque tras la tormenta y el caos viene la calma, en el rostro de muchos se acusaba ya este cansancio acumulado.

Blanco de las críticas

Los controladores seguían siendo el blanco de la ira de muchos: «No hay derecho, siempre tenemos que pagar los mismos», era una de las frases más repetidas en La Parra.

«Tienen derecho a hacer huelga, a reclamar sus derechos, pero no de la manera que lo han hecho y menos poniendo a los pasajeros de rehenes y secuestrando a media España», criticaba Juan desde la cola que conducía al mostrador de Iberia.

«La culpa es de todos, también del Gobierno que ha sacado el decreto a traición», le corregía otro de los usuarios. Zapatero y sus ministros, aunque especialmente el primero, se llevaron buena parte de las críticas.

Sea como fuere, según confirmaron fuentes de AENA, los vuelos pudieron operar con normalidad. Una situación bien distinta al pasado sábado, cuando cientos de pasajeros se quedaron en tierra. Concretamente, doce operaciones (entre aterrizajes y despegues) fueron anuladas, sumándose de este modo a otras cuatro del viernes, día en el que se desató el conflicto de los controladores aéreos.