ESPAÑA

La desafección y la desconfianza amenazan con una abstención histórica

Crece el temor a que la participación quede por debajo de los comicios de 2006, cuando solo el 56% del electorado acudió a las urnas

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Si metemos en una coctelera a Carmen de Mairena, Joan Laporta, María Lapiedra, Alicia Sánchez-Camacho (alias Lara Croft), Montserrat Nebrera, una excitada y orgásmica votante socialista, y a todo ello le añadimos un chorrito de cruda realidad, con un 20% de paro, el resultado de la bebida sabe a abstención y desapego político.

Aunque los catalanes no sienten una especial devoción por sus elecciones autonómicas, lo que los expertos demoscópicos predicen para los comicios de hoy puede ser histórico. «Hay desafección y desconfianza, la participación puede ser menor del 50%», afirma Xavier Roig, consultor político. Hace cuatro años, la clase política catalana se echó las manos a la cabeza cuando acudió a votar el 56% de electorado. La consejería de Interior se comprometió a elaborar un diagnóstico sobre los altos índices de abstención que se dan en Cataluña. Pero desde entonces nada se supo sobre el informe. En 30 años de elecciones autonómicas (1980-2010), el electorado se ha movido entre el máximo de participación registrado en 1995 (63%) y el mínimo del 92 (54%). Una realidad que contrasta con la que se vive en las generales, a las que acuden a votar entre el 70 y el 76% de los catalanes. «Aumentar la participación es una batalla perdida», dice Roig.

Limar votos

Quizá por eso los partidos que se la juegan y que no han visto la manera de limar votos a CiU (aunque los convergentes también entraron al trapo con un vídeo en el que denunciaban que los españoles roban a los catalanes), lo han intentado de cualquier manera. Ya sea recurriendo a vídeos eróticos, videojuegos racistas o frases salidas de tono. «Dicen que las campañas deciden poco. Es cierto, pero en campaña pasan cosas que son determinantes», afirma Antoni Gutiérrez Rubí, asesor de comunicación. «Las campañas suelen descontrolarse», añade Xavi Roig.

Y tanto. De las dos semanas que ha durado la carrera electoral hacia la campaña, las propuestas de calado sobre cómo superar la crisis o cómo resolver el problema del encaje de Cataluña en España han protagonizado la actualidad de muy pocos días. La mayoría de las jornadas han estado marcadas por asuntos menores como el cara a cara televisivo que no pudo celebrarse a pesar de la jugada final de Montilla, el polémico videojuego anti-inmigrantes y anti-independentistas del PP, los vídeos orgásmicos de las juventudes del PSC y de Montserrat Nebrera o las descalificaciones de Puigcercós contra los andaluces.

Por no hablar del superhéroe normal llamado Montilla, los pechos de la candidata Carmen de Mairena prometiendo 'follódromos' o el 'divorcio' político-mediático protagonizado por Joan Laporta y la 'porno-star' María Lapiedra. Gutiérrez señala que en campaña se amplifica cualquier cosa. «Algún día, la política será una canción», concluye citando al poeta León Felipe. O más bien un vídeo.