Las colas para un autógrafo de Ibáñez fueron larguísimas en la tarde de ayer. :: J. C. CORCHADO
Sociedad

«El lector tiene que coger la historieta como una lechuga del huerto, fresquita»

Cientos de seguidores acudieron ayer a la firma de libros que el creador de Mortadelo y Filemón protagonizó en El Corte Inglés de Jerez Francisco Ibáñez Dibujante

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El botones Sacarino, Rompetechos, 13 Rue del Percebe y los atemporales Mortadelo y Filemón son algunos de los personajes que han acompañado a varias generaciones de españoles. Todos ellos salieron de la pluma de Francisco Ibáñez. El autor, por primera vez en Jerez, protagonizó ayer una multitudinaria firma de libros en las instalaciones de El Corte Inglés.

-Ha publicado recientemente un nuevo álbum sobre el Mundial de fútbol.

-Publico tantos que no sé si ése ha sido el último. Los literatos hablan y firman siempre su último libro pero yo firmo cosas de hace treinta años y tan feliz.

-Mortadelo y Filemón nacieron hace 52 años, ¿cómo se les mantiene tanto tiempo?

-¡Porque lo hace Ibáñez! Es broma. Creo que no hay que pensar en los beneficios sino en el público que quiere reírse, que está esperando una nueva entrega. Termino el guión, lo leo y veo si hará gracia. Hay que hacer las cosas bien, no hay otro camino.

-Su profesión requiere dibujar bien e idear buenas historias.

-Sólo hay que dibujar más o menos bien, hacer dibujillos simpatiquillos para la gente. Lo que tiene más importancia es el guión, los bocadillos. Ahí está el éxito de la historieta, no en los dibujitos. Lo que los lectores quieren es divertirse.

-El dibujo ha sido una afición suya de toda la vida.

-Yo no sabía darle a la pelota, como hacían los demás. No tenía ni repajolera idea de términos futbolísticos y me iba a lo mío.

-¿Qué se siente al saber que muchas generaciones de españoles han crecido con sus historias?

-Es bonito, sobre todo, cuando estoy firmando. Me llega mucha gente con libros de hace 20, 30 ó 40 años. Son volúmenes que cogería, apretaría un poquito y les saldría una gotica de grasa del tiempo que tienen... Es muy bonito que los guarden tanto tiempo, que haya leído el actual lector y su padre y hasta su abuelo.

-¿Es un buen momento para el cómic?

-No. Había otros tiempos en que salían 300.000 ejemplares de una colección. Hoy no se puede hablar de esos tirajes. Los editores dicen que estaríamos locos. Si conseguimos 30.000 ó 40.000 ejemplares, podemos darnos con un canto en los dientes. Era bonita la efervescencia del cómic, cuando en los mostradores de los quioscos había un montón de colecciones nuevas cada semana. Ahora se suelen encontrar sólo los Mortadelo, Superlópez y Zipi y Zape.

-Últimamente están teniendo éxito las novelas gráficas y otro tipo de cómics, como los manga.

-Eso pertenece ya al cómic serio, a temas de actualidad. En el siglo XXI ya no funciona el cachas que resuelve los problemas con su espada y ahora parece que el héroe del cómic es el tío contrahecho, miope, que está en una oficina y se mete en los entresijos de las grandes potencias.

-¿Cree que llegaremos algún día a leer tebeos en e-books?

-Creo que sí. Dicen que la gente quiere oler y tocar los libros pero yo creo que el público tiene la última palabra y será así, nos guste o no.

-¿Han cambiado los gustos de los lectores?

-Han cambiado las formas de desarrollar las historietas. Si hiciera ahora tebeos de 'Mortadelo y Filemón, Agencia de Información', de los de hace 50 años, ya hubiera desaparecido del mapa. Hay que tratar lo que ocurre dentro y fuera del país y conseguir que el lector coja la historieta como una lechuguita del huerto, fresquita.

-Creo que su cabeza no para de idear historias constantemente.

-A veces digo que quiero jubilarme pero no me dejan, dicen que tengo que seguir (ríe).