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El corazón también retira al pívot argentino Fabricio Oberto

MADRID. Actualizado: Guardar
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El corazón también retira del deporte a Fabricio Oberto, el mejor pívot argentino de la historia. Sólo nueve días después de su fichaje por los Blazers de Portland, y tras sufrir el martes mareos y vértigo en pleno partido de la NBA contra Milwaukee, los problemas cardíacos han obligado a Oberto a despedirse de forma prematura de las canchas. A los 35 años, ha decidido apostar por la vida y anteponer su salud y su familia al baloncesto. Comenzó a sufrir arritmias hace tres años que le obligaron a pasar por el quirófano en junio de 2009, tras disputar la que fue su última temporada con los Spurs de San Antonio, y ya no correrá más riesgos. «Ha sido una decisión difícil después de haber jugado tantos años, pero es la correcta, la mejor para mí y mi familia», reconoció el ex jugador del Tau y el Pamesa, campeón de la NBA y olímpico y subcampeón del mundo.

El adiós de Oberto ha causado conmoción en el planeta baloncestístico, y en especial en su país. «El gran Obricio anunció su retiro del basquetbol. Genio. ¡El deporte y todos los que tuvimos el placer de jugar con vos te extrañaremos!», le dijo a través de Twitter 'Manu' Ginóbili, que calificó a Oberto de «gran tipo y compañero». «Es una noticia de mierda», lamentó el seleccionador de la albiceleste, Sergio Hernández, que le tuvo a sus órdenes por última vez en el reciente Mundial de Turquía, donde según el técnico «no había dado ninguna señal de problemas cardíacos».

Ilusionado por habérsele presentado la oportunidad de continuar en la NBA cuando estaba sin equipo, a Oberto sólo le ha dado sin embargo tiempo a jugar cinco partidos de la Liga norteamericana en este arranque de temporada, con una media de nueve minutos. El pasado curso defendió a los Wizards de Washington, donde también tuvo un papel secundario (11,4 minutos de promedio), después de haber sido titular en los Spurs que conquistaron el anillo en 2007. Aquel año se le detectó por primera vez su anomalía cardíaca que puso en peligro su carrera y le llevó entonces a abandonar la franquicia de San Antonio.