Residentes en Padang, en el centro de Sumatra, intenan localizar por teléfono a sus familiares tras sentir el terremoto que provocó el tsunami. :: AFP
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La furia del mar se ensaña con Indonesia

Un tsunami causado por un fuerte temblor arrasa las islas Mentawai y deja 113 muertos y 500 desaparecidos

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Siempre en el mismo lugar. Las placas tectónicas situadas al oeste de la isla indonesia de Sumatra volvieron a chocar el lunes con resultado trágico. A 33 kilómetros bajo la superficie terrestre, el seísmo, cuya fuerza estiman diferentes organismos entre los 7,2 y los 7,7 grados en la escala de Richter, resucitó el fantasma de diciembre de 2004. Seis años después de que un tsunami, provocado por un temblor en la misma zona, dejase más de 230.000 muertos en una docena de países bañados por el océano Índico, una nueva serie de olas, cuya altura osciló entre los tres y los seis metros, barrieron ayer las islas Mentawai y convirtieron en infierno uno de los paraísos vírgenes del buceo. En sus setenta islas habitan unas 68.000 personas.

Según datos ofrecidos por las autoridades, anoche el número de víctimas mortales ascendía a 113, entre ellas ocho ciudadanos de nacionalidad australiana que viajaban en una pequeña embarcación, y se continúa la búsqueda de al menos 500 desaparecidos. Una decena de pueblos del pequeño archipiélago turístico, concentrados en las islas Pagai Selatan y Pagai Utara, han quedado completamente destruidos.

En lugares como Betu Monga, un poblado costero de doscientos habitantes, sólo 40 han sido encontrados con vida y la mayoría de los edificios no han resistido el envite del agua, cuya fuerza hizo que penetrara hasta seiscientos metros tierra adentro. «Hay personas que han contado en el puesto de seguridad que no pudieron mantener a sus hijos en los brazos porque fueron arrastrados», relató un funcionario del Ministerio de Pesca a la agencia Reuters.

«La búsqueda de cuerpos no sólo se tendrá que llevar a cabo en tierra firme. Hemos pedido a los pescadores que ayuden a localizar los cadáveres en el mar, que deberían estar cerca de la costa. Ya se han recuperado quince», añadió Ade Edward, director de Emergencias de la provincia de Sumatra Occidental. Como es habitual en estos desastres naturales, la cifra definitiva de fallecidos podría aumentar de forma drástica en los próximos días.

Pero tampoco faltan historias de supervivencia sorprendente. En un complejo turístico frecuentado por amantes del surf, por ejemplo, todos sus huéspedes se libraron del tsunami por los reflejos del dueño de un bar, que nada más sentir el terremoto llamó a gritos a sus clientes para que se refugiaran en el tercer piso del edificio, el punto más alto del lugar. Atónitos, vieron como la ola barría los 'bungalows' y dejaba un barco en llamas. Macaronis, uno de los principales 'resorts' de Mentawai, también ha quedado devastado y podría haber más víctimas extranjeras entre los turistas a los que acoge.

De momento, el Gobierno y diferentes ONG concentran sus fuerzas para enviar material médico y equipos de rescate a las zonas más afectadas. El acceso es muy complicado y las condiciones meteorológicas no facilitan las labores, debido a los fuertes vientos y aguaceros torrenciales que continuarán hoy. A pesar de todo, el diario 'The Jakarta Post' aseguraba anoche que la ayuda ya ha comenzado a llegar desde la cercana ciudad de Padang, escenario habitual de la devastación sísmica situado esta vez a 149 kilómetros del epicentro. Cien bolsas para cadáveres ya están sobre el terreno, y se espera que esta mañana se complete el despliegue de personal médico y de fuerzas del Ejército.