El rey de la bachata. En vez de despachar los temas de su último disco, Guerra se recreó en su repertorio más clásico. MIGUEL GÓMEZ
Sociedad

Y EL BICENTENARIO SE HIZO MÚSICA

Juan Luis Guerra y Miguel Bosé calientan una fiesta que también pasará a la historiaEl concierto de MTV La Pepa congrega a más de 35.000 personas en el recinto ferial de San Fernando

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Un mar se encarga de separar dos culturas, dos formas de afrontar la vida, dos miradas distintas que la historia se ha empeñado en entrecruzar. Ayer volvió a ocurrir. El macro concierto de la MTV La Pepa 2012 confirmó la unión de dos tierras, algo similar a lo que ocurrió hace 200 años cuando San Fernando se convirtió en lugar de referencia de la libertad tanto para Iberoamérica como para España. Aunque en esta ocasión el grito se hizo música, los decretos pasaron a ser notas, las palabras prefirieron ser instrumentos y Las Cortes se transformaron en un espectacular escenario regido por el mismo principio de unión entre personas.

Hasta 35.000 se acercaron al recinto ferial de la Magdalena para vivir la experiencia del Bicentenario, el gran evento tanto por repercusión como por participación. Nunca antes San Fernando había acogido un concierto de tales características. Había ganas, porque hacía tres años que en la ciudad no se celebraba un concierto de referencia y ayer se convirtió en la capital de la música. No de la Bahía, ni de la provincia, sino de toda Iberoamérica. De República Dominicana a Puerto Rico. De Puerto Rico a España.

Un cartel que cumplió el objetivo marcado por los organizadores, el de reunir a diferentes generaciones. El recinto se quedó pequeño, aunque cuando comenzó el concierto, por cierto con adelanto, aún eran muy pocas las personas congregadas para presenciar el estreno de Vicente García, pupilo del también dominicano Juan Luis Guerra. Con tales credenciales, el cantautor no tardó en granjearse el apoyo del público. Y con sólo cuatro temas. Sirvió, al menos, para abrir boca de todo lo que vendría después. La bachata, la bossa nova y la salsa se adueñaban del recinto. Letras fáciles de seguir que calentaban el ambiente y que sirvió de presentación del artista en España, donde próximamente espera sacar su álbum 'Melodrama'.

Foto para el recuerdo

A las 19.30 horas se subían al escenario los malagueños Efecto Mariposa. Cambio de tercio. Pop con tintes de rock y sello español. La voz de Susana Alva daba ese punto de fuerza que le faltaba a la cita y su grupo Efecto Mariposa despertó los ánimos. «Por tenerte, por querer quererte, dejé de lado todo lo que sentía, yo no sabía que tu amor escondía la soledad»... ¡Y vaya si no se quedaron solos'. Susana, después de desgranar los éxitos de la banda y parte de su último trabajo, '40:04', pidió a los isleños -por entonces unos 10.000- una foto para el recuerdo. ¿Estará hoy ya en Facebook?

Y del '40:04' al 4:40. Para acabar la noche rozando los 40.000. Juan Luis Guerra cumplió con su papel de estrella del concierto. Nada fugaz. Una hora intensa, hasta el momento, la actuación más larga del evento. 'Al son de guerra' se presentó, pero se explayó con los temas de siempre. Los que han hecho mundialmente famosos a unas burbujas, al Niágara en bicicleta... Las que hablan de amor, suenan a bachata, saben a merengue, huelen a café.

Como un gigante que eclipsa todo lo que tiene a su alrededor, el dominicano se crece en el escenario y su timidez se rompe para hacer continuos guiños al público. Claro que lo bueno siempre tiene un final y, 'Apaga y Vámonos', aunque del recinto no se movió nadie porque si un monstruo de la música bajaba del escenario otro estaba a punto de subir. 10.000 watios de sonido, 35.000 gargantas roncas.

La locura llegó con Miguel Bosé y si estuvo a punto de algo, fue de causar un 'shock' en el público, porque como bien dice el propio Bosé uno se lo pasa bien cuanto más canciones se sabe de un concierto. Su repertorio fue variado y el más seguido. También el más extenso. Y eso que aún está dando a conocer 'Cardio' en una gira que intenta repetir el listón tan elevado que marcó 'Papito'. Precisamente sus canciones de toda la vida fueron las más esperadas, las más cantadas. La medianoche llegaba y el característico baile de Bosé seguía contagiando a los asistentes porque «ni adn, ni abc, si no tengo cabeza para qué quiero pies». 'Como un lobo' sus fans degustaban cada nota, cada estribillo del cantante que sorprendió con un aspecto más electrónico. También con mensajes. Dedicados al Bicentenario, enarbolando la bandera de la libertad y promoviendo la unión de los pueblos latinos.

Y uno de sus pueblos, el puertorriqueño, le siguió. Cambio de estilo radical con Calle 13, el encargado de cerrar este macro concierto. Desde el descaro hasta las letras más comprometidas. Con canciones con 'Atrévete' o el 'Baile de los pobres' se han dado conocer. 'Entren los que quieran' es su nuevo disco y el rap con sabor puertorriqueño caló sobre todo entre los más jóvenes, los espectadores nocturnos de este festival. «Vamos a provocar un cortocircuito», avanzaron y lo prometido se cumple. Claro que, después, 'Calma pueblo' porque el silencio volvió a ser cómplice de la noche. El MTV ya es un recuerdo que se podrá revivir en este canal temático, que llevará el nombre de San Fernando a millones de hogares para que puedan disfrutar de ese momento en el que el Bicentenario se hizo música.