José Grimaldi, propietario de la constructora que quebró en 2007, a su llegada ayer a los juzgados jerezanos. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

El dueño de Jerecom tira de la manta

Grimaldi acusa al Ayuntamiento de emitir facturas falsas para pagar una casa hermandad; Culpa a la alcaldesa como responsable de Urbanismo tras echar a Pacheco en el año 2007, pero el gobierno local lo niega

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Otro frente judicial amenaza ahora al Ayuntamiento de Jerez: el caso Jerecom. José Grimaldi, dueño de la constructora que quebró en el año 2007 y que se adjudicaba la mayor parte de los trabajos contratados por Urbanismo, declaró ayer en el Juzgado de Instrucción Número 4 como imputado por los presuntos delitos de malversación de fondos públicos y falsedad documental. «Llevaba tres años esperando este momento», fueron sus primeras palabras.

Se notaba que aguardaba su hora: Grimaldi reconoció su culpabilidad en la malversación de fondos, pero acusó directamente a la alcaldesa, Pilar Sánchez, y a altos cargos de Urbanismo. «Quiero que sufran lo mismo que he sufrido yo», fue su sentencia.

El caso, ahora en manos de la jueza tras haber pasado por Fiscalía, se remonta a la primavera de 2007, justo antes de las elecciones. Grimaldi declaró que el Ayuntamiento y la extinta Gerencia de Urbanismo acordaron con la constructora hacer un «regalo» de 600.000 euros a la Hermandad del Rocío: la casa hermandad en Huelva. Para justificar ese importe, se emitieron facturas falsas con varias empresas (Jerecom a la cabeza) por pequeños importes que, en principio, «iban destinados a arreglos de farolas. y diversas actuaciones en las zonas norte y sur». Una manera de burlar la legalidad.

«Presiones» de todo tipo

El responsable de la constructora, que asegura tener un pie en la calle y haber sufrido presiones de todo tipo, no ocultó su responsabilidad: «Es cierto, sé que es ilegal, pero a mí como empresario lo que me interesaba era cobrar la obra», reconoció sin ambages. Su dedo acusador señaló directamente a Pilar Sánchez, que «era entonces la alcaldesa y la máxima responsable de Urbanismo». En este sentido, aseguró haber recibido «llamadas de gente muy cercana al PSOE pidiéndome que implique a Pacheco, pero no puedo hacerlo porque él ya había sido destituido como delegado de Urbanismo».

En la reunión para acordar el supuesto «regalo» a la hermandad, que en teoría debía pagar el Consistorio, también estaban altos cargos de Urbanismo, desde el gerente hasta el arquitecto y el aparejador. En cuanto a la hermandad, Grimaldi ha declarado ante la jueza que ésta le debe 600.000 euros por la obra (a lo que hay que sumar otros 63.000 euros por el monolito de la plaza Aladro). Aunque, claro, ésta se escuda, según Grimaldí, «en que era un regalo del Ayuntamiento». Por cierto que «nunca hubo ningún contrato, todo fue en base a un acuerdo verbal».

Sea como fuere, Grimaldi aseguró que tirará de la manta, porque éste es sólo «el primer capítulo»: «Diré más nombres y datos de concejales llegado el momento, ya que me han arruinado la vida». Además, aseguró que el Ayuntamiento le debe más de dos millones de euros y «me han convertido en un apestado en Jerez».

De hecho, «esto es una guerra política entre Pilar Sánchez y Pedro Pacheco y me ha cogido a mí en medio».

Lo que asegura no entender José Grimaldi es «cómo el PSOE mandó investigar un caso que pertenecía a su época», lo que calificó como una «torpeza».

Consecuencias

Sea como fuere, lo cierto es que las consecuencias de esta batalla política para Grimaldi han sido que «me han quemado el coche, el porche de la casa, han hecho fotos de mis niños...». El que fuera responsable de Jerecom asegura que ha tenido que «tirar de Cáritas y Siloé» para seguir subsistiendo, ya que pasó de ser un empresario con éxito a un hombre prácticamente arruinado. Además, sobre su vivienda pesa orden de desahucio.

Grimaldi, que asegura haberlo perdido todo, sólo espera ahora que «la jueza investigue y llame a los implicados para declarar».

Respuesta «contundente»

La reacción del Ayuntamiento no se hizo esperar. El delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, rechazó las declaraciones del ex propietario de Jerecom y le acusó de «mentir en un intento de culpar a este gobierno de las irregularidades que presuntamente haya podido cometer».

Crisol recordó que las obras a que se refiere se realizaron «en marzo de 2007, por lo que su contratación fue muy anterior; por lo tanto ni este delegado ni la alcaldesa a la que señala malintencionadamente este señor, teníamos responsabilidades directas en la gestión de la extinta Gerencia Municipal de Urbanismo, que estaba en manos del entonces delegado Pedro Pacheco».

Urbanismo confirmó que las facturas presentadas por obras no realizadas tienen fechas de enero, febrero y marzo de 2007, que coinciden con «los tres últimos meses de gestión del anterior delegado».

El delegado subrayó que «tenemos la máxima confianza en que la justicia al final demostrará la falsedad de éstas y otras actuaciones relacionadas con la dirección que se hizo en esta empresa».

En cuanto a la construcción de la casa hermandad, aseguró que «no hay ningún expediente en Urbanismo sobre este tema».

A preguntas de los periodistas sobre qué pasará en el caso de los altos cargos de Urbanismo denunciados, Juan Pedro Crisol se limitó a señalar que «colaboraremos con la justicia y llegaremos hasta donde haya que llegar». En cualquier caso, «son actuaciones del pasado».

Por su parte, la alcaldesa ha puesto en manos de su gabinete jurídico el estudio de posibles acciones judiciales contra el ex propietario de Jerecom.