CAZA DE BRUJAS

Nunca una noche de San Juan causó tanto revuelo en Benamahoma como la de este año. A su alcalde pedáneo, Joaquín Ramón Gómez, no se le ocurrió otra cosa que organizar un ritual de brujería y su posterior vinculación de la celebración de este ritual mágico a la purificación del lugar donde se fusilaron a unas 150 víctimas durante la Guerra Civil provocó no sólo el rechazo entre el Movimiento para la Recuperación de la Memoria Histórica y el malestar de su propio equipo de Gobierno, sino que motivó todo tipo de comentarios encontrados en la red.

Este «gran político durante ocho años y amante de su pueblo, que lo da todo por él y con un sueldo mísero», tal y como lo presenta sierra de grazalema, ha dimitido de su cargo, alegando problemas de salud y desmotivación, aunque haya otros cuantos que, más que nunca, ha sido víctima de una caza de brujas. «Menos mal que se ha ido porque con geste así la Andalucía profunda tendrá una oportunidad para avanzar», celebra Culiblanco. «Pues yo no entiendo por qué tanta polémica con lo de este rito. Al fin y al cabo otros alcaldes hacen ritos por Semana Santa y nadie se ha escandalizado por ello», defiende paccotte. «Pues si tiene problemas de salud, que busque una bruja que se los cure», apunta un tanto sarcástico paco.

Por lo menos parece que se lo toman con filosofía. Mucho peor pinta la cosa para Cojetusa y sus trabajadores después de que la empresa haya presentado suspensión de pagos, y vista la situación financiera por la que pasa en Consistorio. Algunos recomiendan coger el toro por los cuernos y embestir «con una huelga sin mínimos, como los trabajadores del metro de Madrid. A estos políticos hay que darles un escarmiento que nos están llevando a la ruina».

Pues esperemos que podamos salir pronto de la misma, huelga sin mínimos, y que eso que afirma Tiriti Tran de que «todo el mundo roba o hace robar a otro no sea para tanto», que ya están los hornos demasiado calientes en este horno