Justicia. Domingo Sánchez Rizo. :: LA VOZ
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A la espera de que suene el móvil

Los titulares de Justicia, Vivienda e Innovación se quedan sin funciones por la fusión de sus consejerías Ocho delegados provinciales están en la cuerda floja tras la remodelación del Gabinete

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Nervios. Demasiados nervios en la familia socialista gaditana tras la remodelación del Gobierno de José Antonio Griñán. Los cambios en el Ejecutivo andaluz pusieron ayer contra las cuerdas a ocho delegados provinciales y con la mosca detrás de la oreja a otros tantos cargos del PSOE en Cádiz. Griñán introduce en su Gabinete cuatro caras nuevas, reduce de golpe tres consejerías (Innovación, Vivienda y Justicia) y las fusiona a otros departamentos que ya existían. La provincia pierde peso en este nuevo equipo de Gobierno al prescindir en Empleo del jerezano Antonio Fernández, imagen de la Junta en la gestión de la crisis de Delphi.

Griñán mantiene, sin embargo, al histórico Luis Pizarro al frente de la Consejería de Gobernación y, además, le suma la competencia de Justicia. Pizarro tendrá que sacar adelante la Ciudad de la Justicia de Cádiz, un proyecto que lleva ocho años de retraso.

La presentación ayer del nuevo Gobierno andaluz implica una cadena de cambios en los segundos escalones de la Administración regional, así como en el área periférica. La salida de Antonio Fernández de la Consejería de Empleo supone el fin de una etapa en la que ha participado el también gaditano Agustín Barberá, como viceconsejero; o Manuel Brenes, que asumió la dirección general de Empleabilidad y Formación del Servicio Andaluz de Empleo hace ahora un año. Griñán ha borrado la estela de Manuel Chaves de la primera línea de batalla de la Junta y ha reducido a la mínima expresión el 'clan pizarrista'.

Su nuevo Gobierno obliga a una profunda recomposición del mapa político. La provincia de Cádiz está expectante ante lo que muchos llaman el efecto dominó, es decir, las fichas empiezan a caer desde Sevilla. Una de las novedades que ha introducido José Antonio Griñán, en su forma de gestionar los entresijos de la Administración autonómica, es que será él y el consejero de turno quienes se encarguen directamente de quitar o poner al delegado provincial de cada área. Hasta la fecha, era el partido el que proponía los nombres y jugaba un papel muy importante la afinidad.

Esta situación lleva a poner en cuarentena a ocho delegados provinciales. Así, la eliminación de la Consejería de Justicia deja sin funciones a su actual delegado en Cádiz, Domingo Sánchez Rizo. Lo mismo ocurre con la de Vivienda, que se fusiona a la de Obras Públicas. Sus actuales delegados, Silvia López y Pablo Lorenzo, no pueden cohabitar. Uno seguirá en el cargo. En esta misma tesitura se encuentra la de Innovación que se agrega a la de Economía. Por tanto, Angelines Ortiz y Daniel Vázquez tendrán que definir su futuro.

La incertidumbre también se cierne sobre los delegados cuyos consejeros cesan o cambian. Es el caso del titular de Empleo en Cádiz, Juan Bouza, la responsable de Educación, Blanca Alcántara, o la delegada de Cultura, Yolanda Peinado.

Griñán despejará algunas dudas el viernes en Cádiz, donde acudirá con su secretaria de Organización, Susana Díaz, y con el vicesecretario de la Ejecutiva, Rafael Velasco.