Imagen de la ejecutiva del partido durante la celebración del Congreso Provincial Extraordinario en la que se rindió homenaje a Luis Pizarro. :: MIGUEL GÓMEZ
Jerez

Pizarro asume su despedida en público y pide «cohesión» en torno a Griñán

Los socialistas gaditanos eligen a sus 52 representantes para el congreso regional del viernes y presencian el adiós de un líder histórico

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El cielo se desplomó ayer sobre la provincia pero en el Palacio de Congresos de Cádiz el clima era el propio de una primavera soleada. El Congreso Provincial Extraordinario del PSOE de Cádiz, que tenía como fin respaldar el nombramiento de Griñán como secretario general del partido en Andalucía, fue la escenificación de un traspaso de poderes tranquilo y de un homenaje al vicesecretario del PSOE-A, Luis Pizarro. El trabajo se había hecho previamente en las 55 delegaciones locales y todos acudieron con el mensaje grabado a fuego: Griñán es la única opción.

El objetivo práctico de la cita se cumplió sin mayor esfuerzo: elegir a los 52 delegados del PSOE de Cádiz que acudirán al Congreso Regional Extraordinario del partido que se celebrará los próximos viernes y sábado en Sevilla. Pero surgió un añadido inesperado en la despedida de un histórico del partido: Luis Pizarro.

Los discursos de Francisco González Cabaña y del propio Pizarro se basaron en el recuerdo del trabajo realizado junto a Manuel Chaves, «porque Manolo nunca estuvo solo. Luis ha sido su 'alter ego'». La ovación de los socialistas fue clamorosa en este punto pero el homenajeado esquivó los elogios. «No os preocupéis por mí. Estoy tranquilo. Estas cosas las entiendo perfectamente. Estaba preparado». Y sonó a despedida. Entre los casi 500 asistentes, nadie lo entendió de otra forma. Por primera vez, en público, asume que le toca dar un paso atrás, o hacia un lado.

El discurso del adiós

Sin demasiado alboroto, pero con expresión melancólica, Pizarro pasó al discurso oficial que fue el de la unión, asegurando que nadie tiene derecho a poner en riesgo la cohesión del partido. Y pidió que se ofreciera un apoyo unánime al nuevo nuevo presidente, José Antonio Griñán. «Tenemos que cerrar un congreso modélico», resumió. «No os entretengáis en otras cosas y trabajad para que el congreso sea una transición tranquila». El vicesecretario del PSOE andaluz abogó por esta posición para volver a ganar las elecciones y subrayó el interés que ha despertado este congreso extraordinario, «no sólo en los votantes socialistas sino en toda la sociedad. Cuando hemos discutido entre nosotros, lo hemos pagado en las elecciones». Pizarro explicó que a los ciudadanos no les interesa saber cómo funciona el partido por dentro, ni los debates políticos internos, «sobre todo, cuando muchos de ellos tienen problemas económicos». En este punto hizo una autocrítica y asumió parte de las últimas encuestas publicadas, en las que el PSOE pierde en intención de voto.

«Tienen sentido las encuestas. En 1994 decían lo mismo y le dimos la vuelta». Luis Pizarro animó a sus compañeros a trabajar con fuerza permaneciendo «al lado de la gente en los momentos difíciles». Y, por último, pidió a los socialistas que no se afligieran.

A la cita de ayer acudió el 99% de los delegados de la provincia, 293 exactamente, que dieron su respaldo a la lista de Griñán. Fue el plácido prólogo de ese congreso regional modélico que pidió Pizarro.