Juan Ramón Aramburu (a la izquierda) junto al delegado de Presidencia, Casto Sánchez. :: L. V.
Jerez

El misterio del delegado perdido

Hace días que el edil de Comunicación no aparece por el Ayuntamiento y no responde a las llamadas de los periodistas Crecen los rumores sobre la dimisión de Aramburu, aunque el Consistorio lo niega

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Es la comidilla del Ayuntamiento y de lo círculos políticos estos días. La versión oficial es que no pasa nada y que no ha dimitido, pero los rumores son cada vez más fuertes en ese sentido. Hay quien se atreve, incluso, a dar detalles sobre la hipotética renuncia del delegado de Comunicación, Juan Ramón Aramburu. Pero, sea como fuere, la única realidad confirmada a día de hoy es que lleva días sin aparecer por las dependencias municipales y que no responde a las llamadas de los medios de comunicación. Es como si se lo hubiese tragado la tierra.

Aramburu es, junto a José Manuel Jiménez, uno de los dos delegados no electos con los que cuenta el Consistorio jerezano, después de que el gobierno local, acogiéndose a la normativa incluida en la Ley de Grandes Ciudades, los pusiese al frente de las delegaciones de Comunicación y Bienestar Social. Fue el pasado mes de septiembre, en una reestructuración del organigrama municipal que, entre otros cambios, supuso también el nombramiento de seis grandes coordinadores de área: Casto Sánchez, Francisco Lebrero, María del Carmen Martínez, Juan Pedro Crisol, Ainhoa Gil y Francisco Benavent. Tanto Aramburu como Jiménez habían sido cargos de confianza en los meses precedentes de la actual legislatura.

Al de Comunicación siempre se le tuvo como un afín a la alcaldesa, Pilar Sánchez, un colaborador convencido de la valía de la actual primera edil, a la que defendía con aparente convencimiento ante quien fuese necesario. Pero hay quien apunta que eso hacía ya un tiempo que no era del todo así, que la relación entre ambos no era precisamente buena. O al menos no tanto como antes.

Un punto de inflexión en la misma pudo haber tenido lugar la semana pasada. Fue con motivo de la declaración que en principio se pensaba que debía realizar la alcaldesa como imputada a raíz de una denuncia de un técnico municipal. No acudió porque no tenía que hacerlo; sólo estaba citada para recoger la notificación judicial correspondiente. Pero no fue Aramburu quien salió a explicarlo a los medios de comunicación locales, como se supone que le correspondería como delegado de Comunicación. Ni la propia Pilar Sánchez ni el primer teniente de alcaldesa, Casto Sánchez. Lo hizo José Manuel Jiménez. Muchos se preguntaron en calidad de qué habló el delegado de Bienestar Social. Y hay quien apunta ahora que eso pudo molestar a un Aramburu que se habría sentido ninguneado.

Por escrito

Las mismas fuentes añaden que, fuese o no ésa la gota que colmó el vaso de su paciencia, el delegado de Comunicación habría presentado su dimisión. Que incluso pudo haberlo hecho por escrito. Otros especulan con que, en realidad, se está tomando «un tiempo de reflexión» antes de tomar la decisión definitiva. Quizá a petición de la misma Pilar Sánchez, que, en cualquier caso, sabría que le perjudicaría considerablemente que esto saliese a la luz precisamente en estos momentos.

Incluso hay quien apunta que no es la primera vez que Juan Ramón Aramburu se habría planteado dejar el Ayuntamiento de Jerez.

En definitiva, que, haya dimitido o no, se esté tomando un tiempo para reflexionar, ande disfrutando de unas vacaciones o circunstancias personales le hayan obligado a ausentarse de sus obligaciones en el gobierno municipal, lo cierto es que lo del delegado de Comunicación es en estos momentos todo un misterio sin resolver. Los que tienen las claves del mismo -o deberían tenerlas- no están por la labor de ofrecerlas, ni tampoco de dar explicaciones.