El equipo de gobierno afirmó ayer que con estas medidas ya se ha iniciado el camino de la austeridad. :: L. V.
Jerez

La alcaldesa mantiene a todos los asesores pese a las fuertes críticas

El Ayuntamiento anunció ayer la puesta en marcha de las reducciones en los sueldos, una medida ya prevista

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Al final no hubo decisiones drásticas, y pese a las continuas críticas recibidas por la oposición -y que arreciaron durante la pasada semana- y a los toques de atención de los sindicatos que reclaman un ejemplo de austeridad al equipo de gobierno, ayer el Ayuntamiento de Jerez sólo anunció la aplicación de una medida ya prevista y más que conocida: la reducción del sueldo de los delegados municipales y de los asesores.

Es decir, finalmente no se ha producido ningún recorte del número de estos 19 altos cargos que trabajan en la estructura municipal, sino que simplemente cada uno de ellos va a cobrar algo menos de lo que venían percibiendo hasta ahora y que en total, si se suman todas las nóminas, suponen unas retribuciones que cuestan a las arcas municipales casi 1,3 millones de euros.

De este modo, y pese a que la propia alcaldesa ya había hablado en anteriores ocasiones de la necesidad de reducir el abanico de asesores, el Gobierno local sólo ha dado por ahora un paso, el de bajar entre un 5 y un 10 por ciento los sueldos de los concejales y de estos funcionarios eventuales nombrados por el pleno.

Desde el mismo Ejecutivo municipal hacían gala ayer de esta decisión apuntando que «las primeras medidas de contención del gasto municipal ya han sido puestas en marcha», y que ha sido en la última nómina, la correspondientes al mes de enero, en la que los delegados y asesores han visto cómo por primera vez se les aplicaba una reducción ya prevista.

En esta línea, la información lanzada ayer por el equipo de gobierno ahondaba más en el tema y hacía hincapié en que «la alcaldesa (Pilar Sánchez) se ha aplicado el máximo en la bajada prevista, por lo que su sueldo pasa a ser el más bajo de entre los que han sido alcaldes y alcaldesas en la historia reciente de la ciudad».

En este punto, hay que recordar que la primera edil pasará de tener una nómina de 84.840 euros anuales a una de 76.356. Claro que a esa cantidad hay que sumarle una serie de «retribuciones compensatorias» que hacen que lo que en realidad perciba la regidora, incluso tras esa rebaja, sean unos 85.921 euros brutos al año.

Sea como fuere, para el Gobierno municipal la medida que ya se ha puesto en marcha se constituye en «un gesto a favor de la austeridad en el gasto que propicia el Ejecutivo local y que se sumará a otras que se aplicarán en fechas próximas, sin que éstas vayan en ningún caso en menoscabo de los servicios que se prestan a los ciudadanos».

Por tanto, para los actuales responsables del Consistorio ya se ha iniciado la senda de la austeridad que tanto precisan las arcas locales. Sin ir más lejos, el comunicado que envió ayer el Ayuntamiento defendía que «de esta forma, las acciones de contención del gasto municipal y de ahorro para seguir en la estrategia que lleve a la mejora de la tesorería del Consistorio, ya están activadas». Además, continuaba subrayando que para «el equipo de gobierno esta acción y las que seguirán son una clara muestra de su compromiso con el saneamiento de las arcas municipales».

El plan de saneamiento

De todos modos, y pese a que el actual Ejecutivo se esforzara ayer en volver a recalcar el recorte de los sueldos, ninguno de los pasos que se ha dado hasta el momento se sale del guión que ya se había dado a conocer a finales del año pasado para ahorrar gastos y que forma parte del plan de saneamiento que se ha marcado el Ayuntamiento.

De hecho, este paquete de acciones tuvo su primer reflejo en los Presupuestos de 2010, que el PSOE aprobó en solitario a finales de diciembre y en los que ya se recogía la intención de ahorrar en torno a los 16 millones de euros respecto a 2009 gracias a los recortes que se iban a acometer en el gasto corriente y en el capítulo de personal.

Así, la misma Pilar Sánchez llegó a afirmar en su momento que había tres medidas concretas que el Consistorio se iba a ver obligado a aplicar para que el gasto del capítulo 1 (el de personal) pasara de 91 millones a 84: la presentación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que es la iniciativa en la que se centran todas las esperanzas de lograr un respiro económico, pero también el recorte de las nóminas y la reducción de la cifra total de asesores.

Para justificar estas actuaciones, la regidora local no ha dudado en calificar de «sobredimensionada» la plantilla municipal, e incluso ha culpado a los que ahora están en la oposición de haber creado este problema. El pasado fin de semana, sin ir más lejos, los socialistas le recordaban al PP que durante el periodo de María José García-Pelayo como alcaldesa el número de empleados del Consistorio creció en 307 personas, «sin que se tenga constancia de que esas contrataciones se realizaran mediante concurso público, mientras que desde que gobierna el PSOE la plantilla se ha reducido en 87 trabajadores».

Sin embargo, y pese al clamor que existe en la ciudad para que se den pasos reales y efectivos, parece que ya no habrá más recortes de personal que les que lleguen de la mano de la aplicación del ERTE, en cuya tramitación se van a centrar los esfuerzos municipales.

Y es que pese a las indudables ventajas que le supondría a la estructura municipal que 300 empleados se marcharan a casa durante dos años, por lo que el Consistorio se ahorraría tener que abonar sus sueldos mientras durase la suspensión temporal del empleo, no parece que los sindicatos estén por la labor de poner fáciles las cosas.

No en vano, la pasada semana CC OO, UGT, CGT y CTP dejaron muy claro que sus organizaciones son contrarias a los expedientes de regulación de empleo. Por ello, aunque se avienen a negociar y a formar parte de la mesa de diálogo del ERTE, anunciaron que plantearán otras medidas alternativas que también sirvan para controlar la sangría económica.