Javier Pintado y Pedro Díaz, pioneros del bobsleigh.
deportes de invierno

«En España casi nadie ha visto un trineo de bobsleigh»

Dos españoles tratan de abrir camino con su emprendedora participación en la Copa de Europa de deslizadores

MADRID Actualizado: Guardar
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El panorama profesional de los deportes de invierno en España es una auténtica tundra. La falta de tradición y las escasas referencias válidas transforman a cualquiera en un auténtico explorador en terreno casi desconocido. Por estas perspectivas adversas llaman la atención misiones inesperadas como las de Javier Pintado y Pedro Díaz, dos asturianos que se han apuntado a la inminente Copa de Europa de bobsleigh.

Su tarea tiene una faceta altruista por su objetivo y los costes. “Queremos ser pioneros, abrir un camino y dejarlo bien asfaltado para los que vengan detrás. Cuanto mejor se lo dejemos, más fácil les será llegar más alto”, explica Pintado desde Austria. Conocen la historia del único adelantado de bobsleigh en España: el marqués de Portago, otro emprendedor español con alma renacentista.

Sin embargo, los casos son diferentes. Aquel aristócrata participó por diversión y ganas de aventura asegurado por sus posibilidades económicas. En cambio, Javier Pintado trabaja en una ferretería y Pedro Díaz engrosa las largas listas del paro de antiguos trabajadores de la construcción. Necesitan sacrificios y riesgos para seguir adelante. “Facilidades no hay ninguna. Todo el mundo, federaciones, etc. te ayudan moralmente, pero sin resultados no puedes recibir ayudas y es difícil para conseguir patrocinadores. Es lógico que cuando alguien te propone algo de la nada apoyarlo es atrevido, pero al ver que vamos en serio y que aunque no nos dieran su ayuda vamos llevarlo a cabo, entonces van poniendo algo de su parte”, reconoce Pintado.

Los asturianos detallan un presupuesto para toda la temporada de invierno de unos 10.000 euros, de los que ellos han cubierto el 80%. Incluso han erigido un club de “Deportes de Hielo” en Carrilanas con otros dos atrevidos emprendedores, Miguel Ángel Grau y Yonatan Fernández, quienes se han concentrado en el skeleton.

“El objetivo son los Juegos de Invierno. Si no pueden ser Sochi 2014 serán los siguientes, pero queremos conseguir que España tenga un ‘bob’ [deslizador] en los Juegos. “Decir que vamos a ser nosotros sería aventurado”, señala Pintado. “Si todo va bien podría ser que sí, pero el objetivo es quemar etapas y que España esté representada. Si somos nosotros, bien, pero si son otros detrás también estará bien”, plantean los deportistas.

Un trabajo escalonado

La trayectoria ha sido peculiar y trabajosa. Sus orígenes están en los llamados 'deportes de inercia', consistentes en arrojarse por una pendiente asfaltada con un vehículo construido manualmente. Ahí Javier Pintado destacó como campeón de España en diferentes categorías y se planteó dar el salto al bobsleigh. Según el piloto, "la diferencia es el tipo de pilotaje porque no es lo mismo conducir por asfalto que sobre hielo, pero el resto es similar, con velocidades que alcanzan más de 100 kilómetros por hora". Con Pedro Díaz se desplazó hasta Igls para probar en una escuela de pilotos y la experiencia resultó alentadora. Aquellas bajadas por la pista austríaca con una pendiente de hasta el 14% de desnivel y los giros por sus catorce curvas despertaron la adrenalina. Además, los equipos de otros países presentes les animaron a experimentar. "Por suerte, España se ha quitado el sambenito de ser los últimos de Europa en deporte. Al menos nos respetan y el nombre no entra mal por los ojos de nadie, aunque tienes que demostrarlo en la pista", recuerda Pintado.

De vuelta a Asturias, Javier y Pedro se tomaron en serio su participación. Prepararon su forma física en el gimnasio, pasaron largas jornadas aprendiendo en vídeos, recrearon un 'bob' de madera para entrenar sobre el asfalto de un polideportivo el paso clave de la salida y ahorraron todo cuanto pudieron. Pintado ha destinado todas sus vacaciones para poder estar en competición, mientras que a Díaz le ha costado mantenerse en Austria debido a los continuos requerimientos del INEM para cursos y el sellado periódico del paro. En los últimos días se han trasladado cerca de Innsbruck, donde han practicado en su circuito a la espera de debutar en su primera prueba de la Copa de Europa, la competición que abre el único camino de clasificación para los Juegos. Este lunes tenían previsto bajar en los entrenamientos oficiales de Igls y el miércoles será el turno de las carreras.

Mucha ilusión y trabajo intenso irradian estos días en Austria con temperaturas bajo cero. Compraron en Italia el trineo de bobsleigh apenas diez días antes de participar y su intención es repetir en Igls, competir después en Winterberg (Alemania), y completar con la pista suiza de Saint Moritz. Además, han contado en su 'campo base' con la tutoría de un entrenador italiano excampeón del mundo gracias al sistema de ayudas de la Federación Internacional.

La nueva atracción

Después de su bautismo en el hielo centroeuropeo regresarán a España con la esperanza de que los buenos resultados hayan despertado el interés y el deseo de unirse a ellos. Entonces contarán con un objeto de seducción. "Los fabricantes de 'bobs' están en la zona en la que hay tradición, así que podemos asegurar que en esa zona de España casi nadie ha visto uno. Hay mucha curiosidad en Asturias. Quieren saber si tiene volante, manillares y 20.000 cosas más y queremos difundir a la gente que esto es más sencillo de lo que parece", avanzan.

Si la aventura resulta exitosa los novatos pilotos tendrán la satisfacción de ser pioneros en el desierto español de los deportes de invierno. Además, si alcanzan los tiempos más rápidos podrán unir sus nombres a Ander Mirambel, que ahora destaca en skeleton, o Javier Fernández, en patinaje sobre hielo. En el fondo repasa su visión generosa y, por ahora, utópica: "Queremos que algún día España esté entre los mejores de este deporte".