Saltar Menú de navegación
Hemeroteca |

Opinión

Pacto de Estado, ¿quién y cómo?
:: LA VOZ
Que España necesita urgentemente tomar importantes medidas políticas, económicas y sociales, es algo que sabe la clase política dirigente. Y también saben todos los políticos cuales son las decisiones que encarrilarían la economía hacia una recuperación, siquiera a medio plazo.
No hay que ser ningún experto para saber que en grandes líneas son las siguientes:
-Reforma del mercado laboral, dirigida a una mayor flexibilidad en el despido.
-Reforma en el sistema de pensiones, alargando el periodo de cotización y la edad de jubilación, limitando el derecho de determinados pasivos (viudas) y combinando el sistema de pensiones públicas, con los planes privados de pensiones, a través de incentivos y ventajas fiscales.
-Reforma en el sistema financiero, en lo que se refiere a las Cajas de Ahorro, saneando las viables a través de operaciones de fusión, y sobre todo haciéndolas independientes de los partidos políticos y profesionalizándolas debidamente.
-Llevar a cabo un programa de reducción drástica del gasto público no productivo, empezando por eliminación de ministerios, secretarías, consejerías, concejalías, asesores personales, etc...
-Reconstrucción del Estado, manteniendo un sistema solidario de financiación autonómica y recuperando parte de las competencias que se han transferido a las Autonomías, tales como educación, sanidad, y ciertos servicios públicos, como puertos y aeropuertos.
-Reforma del sistema electoral, para evitar que pequeños partidos se conviertan en árbitros de la política nacional, sacando su provecho particular.
-Y por último, pero el más importante, reforma del sistema educativo, que mejore el nivel de enseñanza en todos los niveles, restituya la autoridad y la disciplina en las aulas y tenga la suficiente aceptación para asegurar su vigencia en el futuro por encima de los cambios de partidos en el poder.
Insisto: todos los políticos saben que, en lo fundamental, estas son las medidas que el país necesita. Una cosa distinta es que estén dispuestos a aplicarlas y ni siquiera apenas se atreven a nombrarlas. Una son tremendamente impopulares (reforma laboral y de pensiones), otras afectan a los mismos partidos políticos (reducción de cargos políticos) y otras encontrarán su oposición en los partidos nacionalistas.
Ante tal situación, ¿cómo se puede hablar de un gran pacto de Estado? ¿Qué partido va a liderarlo? Desde luego no será el PSOE con Zapatero de presidente del Gobierno, que ni quiere se atreverá nunca a tomarlas. Suponiendo que el PP llegara al poder con Rajoy al frente, aunque tuviera mayoría absoluta, difícilmente se atrevería a tomarlas, por su inmenso coste electoral y porque se aseguraría una oposición demagógica por parte del PSOE y los sindicatos.
¿No existe pues solución alguna? Pensemos en una disolución de las Cortes y convocatoria anticipada de elecciones, con los dos grandes partidos nacionales liderados por figuras de prestigio y de reconocida moderación. Pensemos por ejemplo en Javier Solana y Rodrigo Rato. Pensemos que ambos políticos prevean en sus programas electorales un gran pacto de Estado, con las líneas maestras que ellos saben que hay que tomar. El que saliera ganador de esas elecciones lideraría un Gobierno, integrado por figuras de los dos partidos e incorporando el mayor número posible de profesionales independientes.
Ese Gobierno sí podría hacerlo.
Todo esto no es más que un sueño, pero sería bonito.

Vocento
SarenetRSS