-Dentro de esa conjunción de objetivos con Cultura, ¿prepara algo especial para las Fiesta de Otoño, que son las más inmediatas?
-Hay que dar una reflexión a las Fiestas de Otoño, pero ahora no toca. A nosotros nos gusta entenderlas no como el inicio del otoño en sí, sino como ese periodo de adaptación entre las vacaciones, la vida al aire libre y relajada, y la vuelta progresiva al orden, los horarios y la rutina, coincidiendo con la Patrona y el nacimiento del mosto. Nos lo planteamos como una puesta en valor de esos valores tradicionales por los que Jerez es conocida a nivel internacional, el vino, el flamenco y los caballos, pero también como una apuesta por el futuro, el arte de vanguardia, la participación y la gente en la calle. Ya hay una propuesta presentada por una mesa técnica para la próxima edición, y veremos si se mantiene la gala de la Pisa de la Uva, pero sí insistiremos en la gente en la calle, potenciando los barrios.
-Pero, esas novedades no implican cambios en el calendario festivo...
-Vamos a arrancar con la Fiesta de la Bulería, como siempre, aprovechando y optimizando los recursos económicos con la programación de Cultura. Podremos tener un septiembre bastante bueno.
-Ya están trabajando en la programación de Navidad y después vendrá el Carnaval, pero ¿tiene claras sus ideas respecto a dos fiestas tan importantes como la Semana Santa y la Feria del Caballo?
-Trabajaremos con las normas que nos da la alcaldesa: con respeto a los colectivos, a la ciudad, al ciudadano y a la historia, con prudencia y compromiso. Venimos a facilitar las cosas, no para complicarlas ni crear polémica, de manera que la ciudad tenga la mejor imagen y los ciudadanos, lo mejor. Y eso se hace trabajando con mucho tiempo y en una mesa en la que estén sentadas todas las asociaciones y partes que tengan alguna competencia en cada uno de los temas. Hablaremos con todos, pero por ahora sólo me han solicitado un encuentro los miembros de la Plataforma del Carnaval.
-Entonces no habrá cambios...
-La Semana Santa y la Feria ya han alcanzado la excelencia, así que no hay que tocar nada que se pueda estropear. Y lo que creamos que es susceptible de mejora, lo abordaremos, pero con mucho tiempo, con mucho respeto, en una mesa de trabajo y con discreción: se llega a un consenso y se hace.
