Tras muchos años de debate y con polémicas de última hora por la falta de acuerdo en el mismo seno de la patronal bodeguera, la negociación del Reglamento de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar podría llegar a su fin esta misma semana, lo que propiciaría que el texto se incluya en el orden del día del próximo pleno del Consejo Regulador del Vino, que tendrá lugar el día 31.
Los más empeñados en cerrar este capítulo son los representantes de Fedejerez, que han forzado las negociaciones a lo largo de esta semana con las distintas organizaciones sectoriales del Marco -según ha podido saber este medio con algunas incluso ha llegado a un acuerdo para presentar un texto conjunto-. Eso sí, también son muchas las voces del sector que critican que «el debate se está cerrando en falso», ya que aún hoy, a pocos días de la sesión plenaria, hay muchas polémicas abiertas que están agrandando las distancias incluso entre las mismas bodegas.
Los motivos de la falta de consenso interno en torno al documento que definirá los preceptos básicos en los que se asentará la Denominación de Origen para las próximas décadas son varios, desde la polémica por la intención de las bodegas de Jerez de que sus homólogas de Sanlúcar no produzcan fino -y que ha propiciado que Barbadillo esté tratando de bloquear el texto-, a la de la definición de las distintas tipologías de vino, que tiene que ver precisamente con la cuestión anterior. Tampoco está todo cerrado en relación con el cupo para limitar las ventas y la forma de fijarlo, ya que unas bodegas discrepan de otras sobre los porcentajes y los criterios históricos.
Y la reciente polémica en Fedejerez tampoco puede hacer olvidar que la principal reivindicación de muchos de los viñistas del Marco, la de la equiparación de la zona de crianza de vinos con la de producción, vuelve a quedarse fuera del Reglamento. Así parecen haberlo aceptado algunas organizaciones de viticultores del Marco -sobre todo porque la patronal bodeguera sí ha cedido para que se puedan utilizar las menciones tradicionales de fino, manzanilla, oloroso, etc.-, pero la unanimidad se antoja más que difícil.
Es más, con los escasos días que faltan hasta el pleno parece imposible que se puedan limar todas las asperezas, por lo que una votación el día 31 para sacar adelante el Reglamento y así enviarlo a la Junta -donde debe pasar el dictamen jurídico y publicarse en BOJA- no acabaría en consenso general. Fuentes sectoriales y empresariales consultadas ayer por este medio incluso aventuraban a que podría suceder que, por primera vez, ni siquiera se lograra la unidad de acción y de votación de los nueve vocales que representan a las bodegas.
Pese a todo, por el momento lo único que parece seguro es que en el pleno del próximo martes habrá sobre la mesa un texto de Reglamento, se vote o no.
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