A pesar de la insistencia por parte del Consistorio de que la ley Antibotellón se está cumpliendo a rajatabla los acontecimientos que los vecinos de las inmediaciones de la calle Muro y plaza de El Cubo padecen de jueves a domingo revela todo lo contrario. Y es que un fin de semana más, los habitantes de esta zona de la ciudad tuvieron que llamar a la Policía Local para que agentes de este cuerpo de seguridad se personaran en la zona e instalaran algo de calma.
De hecho, el pasado día 20, uno de los locales situados en este área de Jerez celebró una fiesta a la que acudieron un alto número de adolescentes y jóvenes y, aunque la jornada parecía presentarse tranquila, la situación volvió a «desmadrarse».
«Tuvimos que llamar hasta dos veces a la Policía, que amablemente nos atendió y se personó en el lugar», explicó a este medio José Valero, vicepresidente de la comunidad de vecinos.
El elevado sonido de la música y el constante ajetreo de personas a altas horas de la madrugada por la vía hicieron imposible que los residentes pudieran dormir hasta que «a eso de las seis de la mañana el local cerró sus puertas, a pesar de que la música cesó a las cuatro» ante la presencia de una patrulla de agentes. Unas palabras a las que el representante vecinal añadió que «nosotros queremos destacar que hay jóvenes que sí saben tener un comportamiento cívico, porque la diversión y el ocio se puede celebrar sin molestar a los demás».
Asimismo, cabe recordar que la presencia de chavales desafiando a la ley Antibotellón en la zona se ha convertido en una constante que desvela a los jerezanos que tienen sus viviendas en la calle Muro. De hecho, a través de LA VOZ, lo vecinos han denunciado el estado en el que se encuentran las plazas y correderas tras una noche de marcha y los numerosos actos vandálicos que han padecido, ya sea en «comercios, entrada de bloques de viviendas o vehículos que se encuentran estacionados», como señaló en su día Valero.
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