Pocas manifestaciones se recuerdan en Jerez tan multitudinarias como la que recorrió ayer el centro en defensa del mantenimiento de la actividad en Delphi y el empleo industrial en toda la Bahía. Ante una ciudad prácticamente paralizada por la huelga general, miles de personas se lanzaron a la calle en apoyo a los trabajadores de la factoría puertorrealeña -más de 400 de ellos jerezanos- y a sus familias, y para exigir a las administraciones que pasen de las palabras a los hechos con el único objetivo de mantener la planta operativa. En total, participaron más de 5.000 ciudadanos, según las primeras estimaciones de organismos oficiales, una cifra que los sindicatos elevaron hasta 10.000 manifestantes.
De esta manera intentaron los ciudadanos demostrar que «a Jerez también le afecta» el desmantelamiento industrial de la Bahía, como rezaba la pancarta en encabezó la marcha que partió las doce del mediodía de la plaza del Arenal, junto al consabido lema «Delphi no se cierra». Al frente de la marcha se situaron los responsables locales de CC OO, José Manuel Trillo, y UGT, Pedro Alemán, el presidente del comité de empresa de la planta, el jerezano Antonio Pina, y representantes de diversos colectivos, como el Sindicato de Estudiantes.
La manifestación avanzó hacia la calle Larga con fluidez, convirtiendo la protesta en una interminable hilera de personas que gritaban consignas solidarias como «Delphi, escucha, Jerez está en la lucha», o claras advertencias como «si Delphi se cierra, guerra».
Entre los participantes en la protesta pudo verse a la alcaldesa, Pilar Sánchez, junto a varios delegados municipales y miembros de la candidatura del PSOE a las próximas municipales. Tampoco faltaron a la cita la portavoz municipal del Partido Popular y alcaldable de esta formación política, María José García-Pelayo, y sus concejales, así como representantes de Izquierda Unida. En cambio, se notó la ausencia del líder del PSA, Pedro Pacheco, que dejó la presencia de su partido en la manifestación en manos de su coordinador local, Julio Román, concejales como Raúl Ramírez o Rosario Rodríguez, e incluso responsables de IPJ, con José Hurtado a la cabeza, tras la pancarta de los andalucistas.
Política aparte, la marcha transcurrió con tranquilidad y sin incidentes, aparte de las molestias que provocaron las obras en la calle Larga, que convirtieron la vía en un embudo que dividió el desfile reivindicativo. Tantos jerezanos participaron que, cuando el desfile daba la vuelta en el Mamelón, la cola de la manifestación aún no había abandonado la calle Larga. De nuevo en el Arenal, los manifestantes centraron sus quejas en los bares que permanecían abiertos en la plaza a pesar de la huelga general. La confrontación, no obstante, se limitó a sus sonoros gritos, cargados de ironía, en los que anunciaron que «mañana volveremos, a tomar café».
Después, la manifestación enfiló por la calle Armas hasta concluir, pasada la una de la tarde, en la Alameda Vieja. Desde el templete, tras la pancarta sindical y ante otra más pequeña, portada por niños y en la que se leía «las familias, con los trabajadores de Delphi», abrió el turno de palabra el delegado del Sindicato de Estudiantes, David Atienza, quien pronunció un encendido discurso para celebrar la «exitosa» huelga.
José Manuel Trillo tomó el relevo para entregárselo al presidente del comité de empresa, Antonio Pina, quien agradeció la «solidaridad prestada» por miles de jerezanos. El panorama que pintó sobre Delphi no fue, desde luego, muy alentador, al recordar que la empresa inició hace un año un plan de «externalización» de la producción hacia países con menores costes laborales y el incumplimientos de los acuerdos firmados para el mantenimiento de la actividad, que costaron a la Junta de Andalucía 72 millones de euros en subvenciones.
Aún así, Pina proclamó que «esta lucha no es en vano», porque «no podemos permitir» otra crisis industrial en la Bahía. Por eso, la plantilla exige «a las administraciones» que garantice el futuro del empleo y la puesta en marcha de nuevos proyectos industriales que puedan instalarse en esta zona. «Delphi no se va a cerrar», insistió, advirtiendo que «seguiremos con las movilizaciones, porque es un problema que afecta a todos». De hecho, despidió a los manifestantes anunciado que «nos veremos en Madrid».
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