Jueves, 19 de abril de 2007
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cierre de delphi
La huelga general logra un masivo seguimiento y paraliza por completo Jerez y toda la Bahía
Los sindicatos, sorprendidos por el «éxito rotundo» en los catorce municipios ante un paro que sólo rompieron algunas empresas y grandes superficies por la tarde La patronal cree que «no soluciona, sino que agrava el problema ya que merma la confianza de los inversores»
Sorpresa y un fuerte espaldarazo en la lucha contra el cierre. Las catorce localidades del corredor Jerez-Bahía de Cádiz secundaron con rotundidad la huelga general convocada contra el cierre de la factoría de Delphi marcando así un punto y aparte en la movilización social y laboral iniciada hace casi dos meses. Y es que si los gritos y las consignas altisonantes fueron las claves de las dos manifestaciones de marzo, el silencio y la interrupción de la actividad se impusieron casi por completo en esta ocasión dejando desiertas las calles y carreteras por las que a diario se mueven más 800.000 personas (el 70% de la población de la provincia) y miles de coches, camiones y barcos. Y hasta los servicios mínimos tuvieron un uso como tal y las basuras sin recoger parecieron menos en las esquinas.

Durante la madrugada, la acción de los piquetes fue intensa, sobre todo en los servicios de transporte y en los polígonos. En localidades como Cádiz y Puerto Real se produjeron algunos incidentes, aunque en Jerez hay que destacar la ausencia total de problemas y el comportamiento «respetuoso» que, según los sindicatos tuvieron los piquetes.

A medida que se abrió paso el día, con el apoyo masivo de la mayoría de empresas y establecimientos empezaba a imponerse la certeza del éxito que los sindicatos confirmaron al mediodía y que tuvo como colofón una gran manifestación por las calles de la ciudad. Eso como punto de inflexión, porque, en el país y también en la provincia de la picardía, la nota de color la pusieron los otros, aquellos que, con la puerta cerrada y como si en la clandestinidad se hallaran, escurrieron alguna que otra barra de pan y una bolsita de fruta después del paso del piquete y entre aquellos que se colaron por la puerta entreabierta.

«Nos ha sorprendido cómo se ha desarrollado. Ha sido muy positivo y se ha logrado pese a que ha sido una huelga general organizada con poco tiempo y en la que se ha hecho el menor esfuerzo de las últimas porque el seguimiento ha sido natural desmitificando así que las huelgas generales salgan por coacción», según aseguró el secretario provincial de Comisiones Obreras, Manuel Ruiz.

Mientras que en Cádiz y las localidades de la Bahía el seguimiento al paro era masivo, en Jerez alcanzaba un considerable 90%, según las propias fuerzas sindicales. Tiendas, bancos y la gran mayoría de los bares tenían cerradas sus puertas, en el Ayuntamiento jerezano apenas hubo actividad y la huelga general se dejó notar también en los autobuses de Cojetusa y en el servicio de limpieza urbana. En el primero de los casos, los trabajadores vieron excesivos los servicios mínimos del 20% que se habían establecido y, finalmente, acordaron con la empresa no sacar ni un sólo vehículo a la calle. El seguimiento fue también total en Urbaser, la concesionaria del servicio de limpieza viaria. El ejemplo estaba en las bolsas de basura acumuladas durante toda la jornada de ayer sin recoger en los contenedores.

Los colegios fueron un remanso de paz durante todo el día. Ninguno de los centros educativos jerezanos tuvo más de 50 estudiantes. En el IES Padre Luis Coloma había 30 estudiantes. En el hospital de Jerez el seguimiento en el turno de mañana fue del 90%, aunque la repercusión fue escasa por los elevados servicios mínimos concertados.

«Hechos y no palabras»

Sólo algunas grandes superficies como El Corte Inglés -máxima expresión del alto seguimiento por cerrar por primera vez en las últimas convocatorias generales- abrieron a partir del mediodía, así como pequeños establecimientos, sobre todo en Jerez y las localidades de la periferia de la Bahía. Esta «relajación» fue entendida por las organizaciones sindicales, que prefirieron «no castigar» con protestas a estos negocios porque «vamos a tener que pedir más esfuerzos y es mejor un seguimiento sincero de 18 horas que uno con bronca de 24».

Tanto Ruiz como su homólogo en UGT, Pedro Custodio González, destacaron que tras la huelga general se abre una nueva fase en el conflicto en la que se exigirá a la Administración pasar de las palabras a los hechos concretos porque la tensión aumentará en la fábrica a partir del lunes con la reducción de la actividad de tres a un único turno.

Por su parte, desde la Confederación de Empresarios, se volvió a mostrar el desacuerdo con esta medida, a la que ya se calificó de «innecesaria» . Además, la patronal lamentó que la provincia volverá a liderar las horas perdidas por huelgas, lo que «debilita la confianza de los inversores, que son la única vía de salida a la situación de desempleo». La Confederación, criticó las «coacciones y amenazas» recibidas por algunos empresarios.

 
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