El nuevo programa musical de Cuatro, Factor X, no buscará a un cantante excepcional, sino a un ídolo de masas. El objetivo del espacio, que empezará en abril y es una de las apuestas más fuertes de la cadena para esta temporada, quiere encontrar a una estrella del tipo de David Bisbal o Dani, de El Canto Del Loco, capaz de vender decenas de miles de discos.
La valenciana Nuria Roca presentará el concurso y un jurado formado por tres representantes de la industria musical serán los encargados de descubrir el talento de los participantes. Jorge Flo, director radiofónico, Eva Perales, asesora de artistas, y Miqui Puig, componente de Los sencillos, tendrán que buscar por todo el país a los aspirantes a estrella y después intentarán moldearlos para que alcancen su sueño.
Así, Factor X se desplazará a lo largo del mes de marzo y abril a cuatro ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla) para realizar el cásting de concursantes. Las pruebas estarán abiertas a personas mayores de 16 años, ya sean solistas o grupos vocales, pero no bandas, entre los que el jurado elegirá a unas 150 personas, que en selecciones posteriores pasarán a ser 15.
Las principales diferencias respecto a Operación Triunfo aparecen en el formato, que ha tenido un gran éxito en Europa y América. Factor X se presenta como un concurso denominado talent show (espectáculo de talentos), donde desaparece la academia y la convivencia de los participantes, propia del reality de Telecinco. Además, el espectro de los concursantes se amplía, ya que, por primera vez, se mezclan en un formato de estas características la presencia de solistas y grupos vocales compitiendo entre sí.
El premio: un disco
También varía la misión de los jueces. Ejercerán menos protagonismo que Risto Mejide en OT, aunque tendrán más atribuciones que el polémico publicista catalán. Cada uno de ellos dirigirá y preparará a los candidatos que estarán divididos en tres categorías: solistas menores de 25 años, mayores de 25 y grupos vocales. Pero, además, emitirán su veredicto sobre ellos y los defenderán en aquellas partes del concurso en las que se enfrentan al resto. Una vez que el programa entre en su fase final, el público decidirá quién se queda y quién continúa, pasando la decisión de los jueces a un segundo plano.
Eva Perales, una de las profesoras, avanza que serán duros con los concursantes, aunque sin alcanzar el nivel de Mejide. «Crear un artista es complejo. Hay que generarle ilusión, carisma y sacarle toda su personalidad, algo que no será gratis -señala-. El objetivo es fabricar un artista capaz de engatusar al público mayoritario».
La búsqueda del nuevo superventas talentoso dejará muchas ilusiones por el camino, ya que sólo uno será el vencedor. El premio: un disco con una gran productora que se publicitará a bombo y platillo con el objetivo de vender cientos de miles de copias. Como asegura el el británico Simon Cowell, creador del programa y pionero en eso de las críticas implacables, Factor X refleja el negocio de la música en su totalidad: «Es el programa musical definitivo, donde todo vale».
