Viernes, 9 de febrero de 2007
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Las almadrabas alertan de que el vertido de Algeciras podría hacer «muchísimo daño» al atún
Piden a la Junta que agilice la retirada del fuel y la limpieza del litoral para evitar que el chapapote impregne las redes que se montarán a final de mes La suciedad de las aguas podría desviar el paso del atún rojo en abril
Las almadrabas alertan de que el vertido de Algeciras podría hacer «muchísimo daño» al atún
CAMPAÑA. La actividad atunera comenzará en La Janda este mismo mes con la colocación de las almadrabas. / LA VOZ
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A sólo dos semanas del inicio del calado de las almadrabas en el litoral de la provincia, los almadraberos asisten con «gran preocupación» a la evolución del vertido del Sierra Nava en la Bahía de Algeciras y a las labores de limpieza que se desarrollan desde hace dos semanas. La presencia de fuel en las aguas del Estrecho podría afectar a la campaña de capturas del atún rojo que comenzará el próximo abril y causar «muchísimo daño» tanto a la infraestructura almadrabera como al paso de los túnidos hacia el Mediterráneo.

La gerente de la organización de la provincia (OPP-51), Marta Crespo, describió la situación que atraviesa el sector de forma gráfica: «Estamos con los dedos cruzados desde hace días». La portavoz de esta industria explicó que el mayor peligro se cierne sobre la almadraba de Tarifa, que se empezará a montar, al igual que las de Conil, Zahora y Barbate, a finales de este mes.

El hallazgo de un delfín y una tortuga varados en la costa tarifeña, a la altura de Atlanterra, así como el medio centenar de aves «petroleadas» detectadas en la Punta del Fraile y en la playa de Los Lances, han avivado la alarma sobre los efectos del chapapote y las manchas dispersas que han aparecido en un radio de diez kilómetros desde la playa del Chinarral (Algeciras), epicentro del vertido, hacia el litoral occidental.

El primer perjuicio que amenaza a esta actividad es que los restos de combustible liberados por el barco frigorífico se impregnen en las redes submarinas, con lo que quedarían «inutilizadas y no habría tiempo material para renovarlas, además de la gran inversión que supone». Según argumentó la portavoz, esta sustitución sería necesaria porque la presencia de manchas en los aparejos pesqueros alejaría a los atunes rojos e impediría su entrada en el cuadro de la almadraba y su llegada hasta el copo, compartimento que se iza del fondo marino a la superficie para permitir la levantá de los animales.

El segundo daño que podría producir es la desviación de los túnidos para esquivar los residuos de fuel que pudieran permanecer en las aguas del Estrecho. «Los atunes buscan siempre aguas claras y si advierten una zona de aguas malas, turbias o de mal olor, se alejan de la costa y, con ello, de las almadrabas», señaló Marta Crespo. Ni siquiera las raberas, las redes perpendiculares a la costa que se colocan para dirigir al pez hasta el cuadro de la almadraba, podrían atraer a los túnidos, que se internarían en aguas más profundas para sortear el tramo sucio del Atlántico en su travesía hacia el Mediterráneo para completar su ciclo biológico con el desove (puesta de huevos aprovechando las aguas cálidas).

Intervención

La llegada de esta especie tan valorada en la gastronomía y base de la escasa actividad industrial de La Janda se produce a partir del próximo mes de abril, por lo que una rápida intervención de limpieza y retirada de los residuos de hidrocarburos podría evitar que se malogre la campaña de este año.

Ésta es la reivindicación que lanza a la Junta y al Gobierno la organización productora de la provincia, que no recuerda ningún otro caso de catástrofe natural que haya puesto en peligro a la industria almadrabera de la zona pese a que se han registrado hasta cuatro accidentes marítimos en el Estrecho desde 2003. El de este último año fue el más grave hasta el actual y se produjo por el hundimiento de la gabarra Spabunker IV, que dejó ocho toneladas de fuel en la playa.

En el caso del Sierra Nava, las tareas de limpieza han permitido recoger hasta ayer más de 300 toneladas de combustible, arena sucia y lodos mezclados con agua, según el portavoz de Ecologistas en Acción-Verdemar, Antonio Muñoz. El responsable del colectivo apuntó que el grueso del vertido se ha mantenido concentrado en Algeciras, mientras que en el resto del litoral salpicado hasta Tarifa sólo se han detectado marchas dispersas «y no en el agua, sino atracadas en la costa». Por ello, Muñoz considera que los almadraberos «no deben preocuparse aún» por los efectos que podría depararles el siniestro.

Esperanza para 2007

Además, la amenaza del accidente marítimo llega en un momento de grandes expectativas para el sector después de que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico escuchara las demandas españolas y las alertas ecologistas y aprobara la adopción de una serie de medidas para asegurar las reservas de atún rojo.

El plan de gestión fijado entró en vigor el 1 de enero y tiene un plazo de aplicación de quince años. Además de la reducción de las capturas y el aumento de la talla mínima hasta los 30 kilogramos por ejemplar, el acuerdo contempla, entre otras medidas, un aumento importante de las vedas, el registro de los barcos autorizados para pescar esta especie y la prohibición durante todo el año del uso de medios aéreos para la localización de bancos de atún rojo.

brevilla@lavozdigital.es

 
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