La futura Ley del Alcohol, que nace para frenar su consumo entre los jóvenes, reconocerá la singularidad del vino, una bebida alcohólica, sí, pero también un puntal sociocultural en el país. Habrá algún guiño testimonial pero no parece probable que se la excluya de las restricciones que impondrá la norma a la publicidad y la venta, como pide el sector vitivinícola y la oposición.
La ministra de Sanidad, Elena Salgado, echó ayer el día en tranquilizar a los muchos sectores alarmados por el anteproyecto de la ley. Entre los más inquietos, los bodegueros, que tras el encuentro con la ministra salieron apaciguados y con fe en que la futura ley dé al vino un trato de favor.
Según Rafael Puyó, director general de la Asociación Empresarial de Bodegas de los Vinos de España (Avimes), Salgado exhibió en la reunión unos planteamientos «más positivos y flexibles» de lo esperado. La ministra -dijo- se avino a incluir en el prólogo de la futura norma apelaciones a la especificidad del vino y a los valores sociales, ambientales y económicos de este hijo de la cultura mediterránea. Además, el Estado podrá seguir financiando campañas de información y difusión del vino, el viñedo y los mostos, como establece la Ley del Vino, con la únicas cortapisas de evitar los espacios dedicados al público más joven.
Pese a estos miramientos con el vino, la Ley del Alcohol lo seguirá considerando bebida alcohólica, y no un alimento natural como defiende el sector vinícola. Tampoco lo excluirá el texto.
«No sería razonable dejarlo fuera de la ley», señaló Salgado. La ministra, a la que le llueven críticas de «intransigente» e «intervencionista» por parte de los detractores de la futura ley, quiso lanzar mensajes conciliadores. Confía en que «será posible llegar a un texto de consenso», y prometió un equilibrio entre la Ley del Vino, aprobada en 2003 por el MAPA, y la Ley del Alcohol de su Departamento. En tanto que la primera se atiene a la normativa sobre protección de los menores, la segunda «respetará también lo relacionado con la promoción del vino entre la población adulta», sentenció Salgado tras reunirse ayer con una representación de todos los afectados.
La que aún no tiene fecha para la reunión que solicitaron el lunes es la patronal bodeguera de Jerez, Fedejerez, que aunque está representada en la FEV quiere tener su propio encuentro con Salgado para explicarle su postura.
