A tono con el mensaje papal, las conclusiones extraídas por los partidos políticos de la visita de Benedicto XVI fueron ayer extremadamente cautelosas y en muchos casos se centraron en aspectos laterales de la misma. Lo más llamativo quizá fue el tono de moderación mostrado por la secretaria de Política Autonómica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ejerció de portavoz de su partido pese a que no estuvo en Valencia. «El Gobierno debe cuidar sus relaciones con el Vaticano», dijo, porque «no hay motivo para las tensiones» que se han dado en los últimos tiempos.

Sáenz de Santamaría no quiso opinar sobre el hecho de que el presidente Rodríguez Zapatero no asistiera a la misa oficiada por el Papa y se limitó a destacar el carácter de «acontecimiento histórico» de la visita.

El coordinador de IU, Gaspar Llamazares, tampoco entró en el contenido de los discursos de Benedicto XVI ni al hecho de que parezca confiado en que el Vaticano y el Gobierno logren acuerdos en algunas materias. El objeto de su crítica fue el a su juicio «exceso de recursos y dedicación» que el Gobierno ha destinado a la visita. Para Llamazares, ha quedado patente que España sigue siendo «un Estado laico con minúsculas y acomplejado, pese a que la Constitución dice que es un Estado aconfesional».

Miguel Ángel Sacaluga, secretario de Comunicación del PSOE de Madrid, dirigió sus dardos contra los responsables de Telemadrid y Canal 9, la cadena autonómica valenciana. Del canal madrileño dijo que ha dado una interpretación muy radical de las palabras del Papa, poco a tono con la moderación exhibida por éste.

Señal institucional

De la televisión valenciana, encargada de dar la señal institucional al resto de las cadenas, comentó que «en todo momento ha estado al servicio de los intereses partidistas de los responsables locales y regionales del Partido Popular». Una parcialidad que, comentó Sacaluga, llegó al máximo durante la retransmisión de la misa de ayer, cuando «el representante institucional del Estado parecía ser Francisco Camps, presidente de la Generalitat valenciana, y no don Juan Carlos». Sacaluga calificó la retransmisión de «desaguisado» y dijo que Canal 9 «no ha estado a la altura de las circunstancias», por lo que sus responsables tendrán que dar explicaciones.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, habló de la visita como «un acontecimiento gozoso y espectacular» y comentó que el Papa les había felicitado. Pero tampoco perdió la oportunidad de destacar el provecho que Valencia sacará de la proyección de su imagen a todo el mundo. «Hemos marcado un hito en la organización de acontecimientos de esta envergadura. El esfuerzo ha valido sobradamente la pena. Lo único duro ha sido el tremendo calor que hemos pasado al estar todo el tiempo en el altar con el sol de frente», comentó.