La información sobre el probable traslado de las instalaciones bodegueras de Zoilo Ruiz-Mateos desde la calle Pizarro a otro lugar, seguramente en el extrarradio de Jerez, coincide con el anuncio por parte de Nueva Rumasa de que en el próximo año la actividad de esta casa dará un salto cualitativo con el lanzamiento al mercado de sus propias marcas de vino, así como una gama de caldos premium de las mejores denominaciones de origen del mundo. Fue Alfonso María Ruiz-Mateos el que se encargó de hacer el anuncio hace una semana durante la visita a la ciudad del presidente honorífico de la bodega Zoilo Ruiz-Mateos, Fernando Martínez de Irujo.

El traslado a otras instalacione de esta bodega, que el propio Alfonso Ruiz-Mateos calificó como «el ojito derecho de mi padre», podría formar parte de la estrategia con la Nueva Rumasa quiere encarar esta nueva etapa en la que entra esta casa con el lanzamiento al mercado de productos propios -además de los que vende a Sandeman para su embotellado-.

Además, hay una tercera cuestión que invita a pensar que la bodega Zoilo Ruiz-Mateos está cerrando un ciclo para prepararse para el futuro: el proceso de prejubilaciones voluntarias de la plantilla, que se está negociando con la plantilla y del que no habrá novedades hasta el año que viene, como pronto. Eso sí, durante su paso por Jerez, Alfonso Ruiz-Mateos tuvo la oportunidad de apuntar que se trata de «un proceso que no perjudicará ni reducirá en lo más mínimo la plantilla de Zoilo Ruiz-Mateos, ya que lo que persigue es el relevo generacional -padres que dejan paso a sus hijos- de un sector muy inmóvil que necesita renovarse».