José Luis Rodríguez Zapatero inició ayer un viaje a la India con el que busca acabar con el «cortés desconocimiento mutuo» que preside desde hace décadas las escasas relaciones bilaterales entre España y aquel país. Con su corta visita, el presidente del Gobierno busca sentar las bases del diálogo político con el gigante asiático, abrir un nuevo mercado a las empresas españolas y abordar la lucha antiterrorista y la Alianza de Civilizaciones con el primer ministro indio, Manmohan Singh.

El jefe del Ejecutivo llegó ayer a la India, pero no iniciará oficialmente su visita hasta hoy. Será entonces cuando empiecen 48 horas maratonianas en las que el gobernante tiene más de 15 actos previstos en Delhi, Pune y Bombay, entre ellos entrevistas con el primer ministro, el vicepresidente de la República, el líder de la oposición y otros representantes políticos y económicos del país.

Las autoridades indias pidieron al Ejecutivo español que el presidente estuviera más tiempo para poder visitar otros centros industriales y conocer la joya turística de India: el Taj Mahal. Sin embargo, las obligaciones internas de Zapatero no lo han hecho posible.

Por este motivo, el presidente tratará de compensar la fugacidad de su estancia con algunos compromisos. Con todo, Rodríguez Zapatero es el primer mandatario español que viaja al país asiático desde que Felipe González lo hizo quince años atrás. India es, además, uno de los escasos desplazamientos que tiene previstos en este año en el que ha aparcado las relaciones exteriores para concentrar su actividad en los asuntos internos.

Razones

La cada vez mayor presencia de este país de 1.100 millones de habitantes asiático en el escenario político internacional, sus relaciones con la UE y su enorme crecimiento económico (8,1%) han sido algunos de los motivos que explican la visita del presidente del Gobierno. «España, que es la octava potencia económica del mundo, no puede mantener unas relaciones políticas y económicas tan pobres con una sexta parte de la humanidad», explican en el Palacio de La Moncloa.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, firmará con su homólogo indio un acuerdo en materia política para establecer una periodicidad en los contactos entre los dos países y elevar su rango, ya que en la actualidad los gobiernos español e indio mantienen escasos intercambios de visitas. Zapatero y Singh tratarán en su entrevista de sentar las bases de una relación bilateral más frecuente, abordarán la difícil situación en Cachemira, Irak, Irán o Afganistán, la lucha contra el terrorismo y la Alianza de Civilizaciones que apadrinan España y Turquía. Además, firmarán un acuerdo de ayuda mutua en materia penal.

No obstante, el fondo de esta visita es la apertura del mercado indio a las empresas españolas. De este modo, una delegación de empresarios de medianas y grandes compañías como Inditex o Roca viajará estos días a la India para participar en diversos foros en los que intervendrá Zapatero. Y es que la presencia de compañías españolas en la península asiática es de momento mínima. Apenas hay medio centenar de pymes, lo que refleja la baja inversión de España.

Comercio

Los intercambios comerciales no llegan a los 1.600 millones de dólares anuales y existe un gran desnivel en la balanza en contra de España. Hoy Rodríguez Zapatero se entrevistará en Delhi con el ministro de Industria y Comercio, participará en un seminario hispano indio y mañana martes en la localidad de Pune visitará tres empresas españolas asentadas en el país y especializadas en el sector de la automoción.

El jefe del Ejecutivo anunciará ese mismo día en Bombay la inauguración en 2007 de un Instituto Cervantes en la capital y también la próxima apertura de un consulado español y una oficina económica en Bombay. La creciente demanda de enseñanza del castellano es un valor económico que mejora las posibilidades de inversiones españolas y que el Gobierno quiere fomentar. De hecho, durante los próximos dos años intentará doblar el número de personas que aprenden el idioma en la India.

Por último, Rodríguez Zapatero participará en la presentación del primer diccionario sánscrito-catalán que ha realizado el español Óscar Pujol.